Casi la mitad de los estados mexicanos enfrentarán una grave escasez de agua para 2030, según proyecciones del Atlas de riesgos hídricos de acueductos del Instituto de Recursos Mundiales (WRI).
La IRGque identifica y evalúa los riesgos relacionados con el agua a nivel mundial, ha identificado que se espera que 14 de los 32 estados del país experimenten un agotamiento de agua extremadamente alto, superior al 80%, para 2030.
Al evaluar la disponibilidad de agua para uso agrícola, doméstico e industrial, el WRI utiliza una escala de calificación de 0 a 5, donde 0 representa un estrés hídrico bajo y 5 indica un estrés extremadamente alto.
En base a esos indicadoresse proyecta que los siguientes estados tendrán un agotamiento de agua extremadamente alto: Aguascalientes, Coahuila, Colima, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora y Zacatecas.
Además, se espera que seis estados (Jalisco, Estado de México, Michoacán, Puebla, Tamaulipas y Tlaxcala) experimenten un alto agotamiento del agua, que oscilará entre el 40% y el 80%, mientras que Nuevo León podría alcanzar un nivel de agotamiento medio-alto, entre el 20% y el 40%.
Mientras tanto, Campeche, Quintana Roo, Veracruz y Yucatán obtuvieron un pronóstico positivo respecto al resto del país: se espera que alcancen un nivel de agotamiento hídrico entre 10 y 20%, catalogado como medio-bajo. A estos estados les siguen Chiapas, Guerrero, Nayarit, Oaxaca y Tabasco, que se proyecta tendrán un porcentaje de agotamiento de agua inferior al 10%.
Baja California Sur puede enfrentar las condiciones de sequía más severas para 2030, seguido por la ciudad de México.
El WRI afirma que esta medición refleja la conexión entre el uso total de agua y las fuentes de agua renovables accesibles. La organización señala que porcentajes más altos indican una presión más significativa sobre los recursos hídricos locales y una disponibilidad reducida para los usuarios.
“Vivir con este nivel de estrés hídrico pone en peligro la vida, el empleo y la seguridad alimentaria y energética de las personas”, afirmó el WRI en su informe.
Según el estudio, se espera que mil millones de personas vivan con un estrés hídrico extremadamente alto en todo el mundo para 2050. A nivel regional, se espera que América Latina experimente un aumento del 43% en la demanda de agua para 2025, lo que la convertirá en la segunda región con mayor demanda del mundo después de sub -África sahariana.
Para 2050, 70 billones de dólares de PIB, o el 31% del PIB mundial proyectado en 2050, estarán en riesgo de sufrir un estrés hídrico elevado, frente a 15 billones de dólares en 2010. Sólo cuatro países (India, México, Egipto y Turquía) se verán afectados. representará más de la mitad del PIB expuesto en 2050. Más de la mitad de México está experimentando condiciones de sequía, según el datos más recientes de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Pablo Lazo, director de Desarrollo Urbano y Accesibilidad de WRI México, enfatizó la urgente necesidad de implementar un cambio en las políticas públicas, generar conciencia social sobre el valor del agua y optimizar los sistemas de riego en la agricultura.
En entrevista con el diario El Economista, Lazo advirtió que no hacerlo tendrá graves consecuencias para el suministro de agua en el corto y largo plazo.
“Actualmente lo único que se discute es la extracción y la distribución, pero nadie habla de la necesidad de políticas de reabastecimiento”, afirmó.
“Lo que necesitamos a nivel de política pública y de marco regulatorio es poder darle a los operadores mecanismos de financiamiento para que realmente puedan modernizarse e invertir en su infraestructura que pueda aumentar el reciclaje de agua, ya sea a través de la captura de agua de lluvia, tratamiento de aguas grises o mayor uso en áreas urbanas”.
con informes de El Informador y El Economista