Dos de los tres policías estatales presuntamente involucrados en el asesinato de un estudiante en Chilpancingo, Guerrero, el pasado jueves se encuentran ahora detenidos.
Un tercer oficial escapó de las instalaciones del gobierno estatal el lunes, supuestamente con la ayuda de las autoridades. El sospechoso prófugo, identificado como David “N”, está acusado de matar a tiros al estudiante de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Yanqui Khotan Gómez Peralta, en la capital del estado.
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Guerrero informó la noche del miércoles que otros dos agentes “implicados en los hechos” fueron entregados a la Fiscalía General de la República (FGR), que investiga la muerte de Gómez, quien era estudiante del colegio. Al evento asistieron 43 jóvenes que fueron secuestrados y presuntamente asesinados en 2014.
Los agentes se entregaron a las autoridades, según Filiberto Velázquez, sacerdote y director de un centro de derechos humanos en Chilpancingo. La SSP dijo que se está buscando al tercer sospechoso.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo el lunes que Gómez y otro estudiante que lo acompañaba en el momento de su muerte “no dispararon” contra la policía —como dijo la SSP en un comunicado la semana pasada— y por lo tanto “hubo un abuso de autoridad” en el parte de los oficiales.
Mientras tanto, la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, anunció el jueves que el ministro del Interior del estado, Ludwig Marcial Reynoso, y el ministro de Seguridad, Rolando Solano Rivera, habían renunciado.
La madre de Gómez y los estudiantes de Ayotzinapa habían pedido el despido de los dos hombres por supuestamente fabricar la versión de los hechos de la SSP de que Gómez y el otro estudiante estaban armados y tenían drogas en el vehículo en el que viajaban cuando la policía les disparó.
La presión sobre los dos ministros y el gobernador no hizo más que aumentar después de que el agente de policía desapareciera el lunes. También han enfrentado críticas por un reciente aumento de la violencia en Guerrero.
Salgado dijo el jueves que pediría la renuncia de la procuradora general del estado, Sandra Luz Valdovinos.
Valdovinos ha sido acusado de “irresponsabilidad como servidor público por no convocar a declarar a los policías estatales que abusaron de su poder”, informó el diario El Universal.
La muerte de Gómez ocurrió un día después de que estudiantes de Ayotzinapa usaran una camioneta para romper puertas de madera en el Palacio Nacional mientras protestaban por el secuestro y presunto asesinato de los 43 estudiantes en 2014.
López Obrador ha prometido desde el comienzo de su gobierno que el caso se resolvería antes de que él deje el cargo, pero parece probable que ese no sea el caso, ya que ahora solo le quedan seis meses y medio de su mandato de seis años.
Casi una década después de la desaparición de los estudiantes, nadie ha sido condenado por el crimen y el caso sigue siendo un misterio, aunque un informe del gobierno publicado en septiembre pasado describe tres “posibles razones” para el secuestro de los jóvenes.
con informes de El Sol de Acapulco y el Universal