Acapulco, Gro. Después de semana y media, cuatro tiendas de autoservicio reabrieron sus puertas en Acapulco. Lo hicieron con 35 por ciento de sus productos después de que tuvieron que ser reabastecidas tras los saqueos que se registraron en esta ciudad luego del impacto de Otis y en los que se llevaron hasta las cajas registradoras, refrigeradores y estantes.
Al abrir sus puertas a las 7 de la mañana, las sucursales de la cadena Chedraui ya tenían filas de decenas de personas, para quienes ya era urgente
hacer su despensa. Al mediodía ya eran miles los que esperaban su turno para entrar entre las cuatro tiendas. Lo que más se vendió fue huevo, arroz, frijol y pan que fue traído desde Cuernavaca y fue lo primero que se acabó.
Con su lista en la mano, mientras esperaba a ingresar al establecimiento en la Costera Miguel Alemán, María del Refugio relató que en su casa ya se les acabó todo y han tenido que racionar al máximo cualquier artículo, por lo que les urgía comprar de nuevo productos de primera necesidad. Llegó desde las 6 de la mañana. Aun así, ya había una veintena de personas que se formaron antes.
Durante las primeras semanas, el horario será de las 7 de la mañana a las 5 de la tarde. En la sucursal en la colonia El Cayaco, dos horas antes del cierre habían entrado unas mil 500 personas, explicó Juan Pedro Molina, gerente de la tienda.
Se permitió el acceso por grupos de 20 personas a los establecimientos, que estuvieron custodiados por la Guardia Nacional. Para impedir el acaparamiento, no se podrá llevar más de 10 artículos iguales. En el primer día tras reabrir, no hubo incidentes mayores, aseveró Molina.
En la costera, Yamel, habitante de la colonia Centro, fue la primera en llegar por la mañana con la intención de comprar jitomate, cebolla, frutas y verduras; nos hemos pasado casi 15 días comiendo atún, que fue lo que pudimos conseguir
.
Recalcó que aunque en algunos mercados se siguieron vendiendo productos de primera necesidad, el precio era demasiado alto. Lo que más le ha faltado, dijo, fue el agua o las tortillas, que llegan a venderse todavía en 40 pesos por kilogramo.
A las 3 de la tarde había gente que llevaba tres horas y media formada. José Cruz llegó con todo y su silla. No aguantamos estar parados, ya estamos viejitos
, contó mientras conversaba con el resto de personas. El tema de conversación no era otro más que cómo les fue con el huracán
, agregó Moisés Castro, quien se hizo amigo de José en la fila del Chedraui.