Una mirada en retrospectiva muestra cómo los últimos tres años han tenido un impacto a las nuevas generaciones, ya que, a pesar de haber nacido en épocas diferentes, los millennials y la Generación Z coinciden en su profunda preocupación por su futuro, así lo muestra una encuesta elaborada por la firma Deloitte.
La encuesta, que contó con la participación de más de 22 mil individuos pertenecientes a la Generación Z y los millennials en 44 naciones, explora su evolución en cuanto al trabajo y cómo siguen tomando decisiones relacionadas con su estilo de vida y trayectoria laboral basadas en sus principios, donde también destaca las inquietudes persistentes en torno a temas financieros, el impacto del cambio climático y la salud mental.
RECONOCEN EL PROGRESO, PERO ESPERAN MÁS
Los empleadores han mostrado avances desde el periodo de la pandemia del COVID-19, pero aún no han alcanzado las expectativas comerciales deseadas, ya que la satisfacción en cuanto al equilibrio entre trabajo y vida personal, así como los esfuerzos de diversidad, equidad e inclusión y las iniciativas de impacto social por parte de los empleadores, han experimentado mejoras.
A pesar de estas señales positivas que reflejan una mayor satisfacción de la generación Z y los millennials con sus respectivos empleadores, sigue latente la incertidumbre acerca de si las empresas en general están generando un impacto positivo, debido a que nuevos obstáculos están surgiendo y dificultando la capacidad de estas generaciones para planificar su futuro.
De acuerdo con un informe de Deloitte, el costo de vida vuelve a ser la principal preocupación de la generación Z y los millennials este año, donde un 35 % de los Z y un 42 % de los millennials mencionaron que el encarecimiento de las cosas ha impactado a su modo de vida y se refleja en el alza de seis puntos porcentuales respecto a la muestra de 2019.
Por otro lado, al ser cuestionados sobre sus finanzas personales, más de la mitad de los encuestados aseguró que viven «al día» con su salario, por lo que se mostraron más motivados a cambiar de trabajo lo más pronto posible.
BALANCE ENTRE VIVIR Y TRABAJAR
Más del 60 % de los integrantes de la Generación Z y los millennials han señalado que el trabajo representa la segunda señal más significativa de su identidad, ubicándose solo detrás de la familia y amigos, incluso por encima de sus pasatiempos.
La oportunidad de desempeñarse desde el hogar ha adquirido una importancia crucial, y el modelo de trabajo híbrido ha logrado ganar terreno entre estos grupos. Un 55 % de los millennials y un 61 % de la Generación Z han afirmado tener acceso a este tipo de formatos laborales.
Al preguntar por los aspectos que mejorarían, más de un 35 % indicó que le gustaría tener más oportunidades de un acenso, mientras que un 30 % se decantaría por semanas laborales más cortas.
La preocupación por el desempleo aumentó dos puntos para la generación Z en comparación con el año pasado, y ahora ocupa el segundo lugar (22 %).
BIENESTAR TANTO EN LA TIERRA COMO EN LA MENTE
El cambio climático sigue estando en el podio de las preocupaciones para ambas generaciones, aunque el nivel de inquietud es mayor para los millennials, que lo ubican en el segundo lugar, ya que este factor impacta en las decisiones de las dos generaciones, ya sea para la planificación familiar, la comida que consumen, la ropa que visten e incluso el lugar dónde trabajan. Es por ello por lo que el 70 % contestó que día a día intentar minimizar su impacto ambientan con pequeñas acciones.
Cerca del 50 % de los pertenecientes a la generación Z y aproximadamente un 40 % de los millennials han expresado sentir estrés de manera constante, donde las principales fuentes de preocupación para los jóvenes son su futuro financiero y el bienestar de sus familias.
Aunque más del 50 % de los encuestados reconocen que sus empresas están prestando mayor atención a la salud mental, perciben que los recursos asignados para abordar estos temas resultan insuficientes.