Ubicado en el centro oeste de México se encuentra el estado de Michoacán, famoso por su multiculturalismo. Es también uno de los estados con mayor biodiversidad de México. En sus zonas templadas existen bosques de oyamel, pino, encino y pino-encino, mientras que en las zonas cálidas del estado existen selvas bajas y medias caducifolias.
En los últimos cinco años, más de 70 comunidades purépechas han reforestado sus bosques con más de 2 millones de pinos gracias a un modelo prehispánico llamado ‘rondas de bosque’, que ha asegurado una tasa de supervivencia del 90% de los árboles plantados.
Esta es una gran noticia, ya que Michoacán ha experimentado una deforestación significativa, especialmente en la última década. Cincuenta mil hectáreas de bosque, según cifras dadas a conocer por Rosendo Caro Gómez, titular de la Comisión Forestal de Michoacán (Cofom), se han perdido.
Los bosques de Michoacán son particularmente importantes ya que forman una parte importante del hábitat de la mariposa monarca, que viaja miles de kilómetros cada año desde Canadá para hibernar en México.
La tala ilegal, el cambio de uso de la tierra (en gran parte para el cultivo más lucrativo de aguacate), la expansión urbana, etc. son algunos de los enemigos de los bosques en Michoacán. En este sentido, la iniciativa de reforestación Nana Echeri (Madre Tierra) de la comunidad Purépecha es un soplo de aire fresco para los bosques de Michoacán y el futuro de su preservación.
Una historia de éxito en conservación
Esta historia comienza con la organización de 30 comunidades que se unieron en 2009. Lograron obtener una parte proporcional de los recursos financieros que llegan a sus municipios para su propia gestión y administración de servicios públicos como agua potable, drenaje e iluminación. Pero también han implementado su propio sistema de seguridad con la ‘ronda comunitaria’, que se remonta a la época precolombina. Además, crearon un ‘Plan de Desarrollo Comunitario’ que se desarrolló después de consultar las necesidades de cada familia.
Como parte de su sistema organizativo, las rondas forestales involucran hasta 70 comunidades en 25 municipios que conforman las 4 principales regiones purépechas en comunidades como San Andrés Tziróndaro, Zirahuén, San Benito y Zacán.
Estas rondas forestales, además de las labores de reforestación, incluyen el cuidado de cuerpos de agua y manantiales. En palabras de Pável Ulianov, portavoz purépecha del Consejo Supremo Indígena de Michoacán: “Cuidar y favorecer el crecimiento del bosque como parte de nuestra cultura y cosmovisión ancestral, independientes de partidos políticos, sin compensación económica y sin apoyo político-electoral. compromisos”, es su objetivo.
En los últimos 5 años, alrededor de 10.000 personas han participado en actividades de cuidado forestal como rondas comunitarias y rondas forestales, así como manejo de incendios, reforestación, etc.
“Desde la época prehispánica las comunidades purépechas se organizaron en sus barrios, y se les asignaron diferentes tareas: artesanos, agricultores, pescadores. Las rondas son un modelo de cuidado y seguridad muy arraigado en las comunidades indígenas de Michoacán, especialmente entre el pueblo purépecha, y esta figura es precisamente la que nos permite cuidar los bosques entre más de 70 comunidades”, explica Ulianov.
El próximo desafío para una comunidad que ama su bosque
Las comunidades de las 4 regiones purépechas quieren ampliar el impacto del cuidado forestal a través de una figura denominada ‘Guardianes del Bosque’.
“Proponemos crear una ronda forestal más general llamada ‘Guardianes del Bosque’ que sea intercomunal. Eso significa que puede pasar de una comunidad a otra. Actualmente existen rondas forestales, pero solo atienden espacios de una a diez comunidades. Queremos conectar las 4 principales regiones purépechas e incluso otros pueblos indígenas; su trabajo exclusivo será salvaguardar los bosques, los recursos naturales y la Madre Tierra por región”, explica Ulianov.
Otro desafío que enfrentan estas comunidades es lograr que el gobierno mexicano se una a los “Guardianes del Bosque”, ya que la propiedad de los ecosistemas del país no está claramente definida.
Los esfuerzos de conservación de estas comunidades están marcando una diferencia en los modelos de cuidado forestal, pues han logrado una tasa de supervivencia de hasta el 90% de los pinos, índice muy alto, corroborado por la Comisión Forestal del Estado de Michoacán.
Conocer la antigua organización y cultura purépecha es muy interesante y enriquecedor, incluso más allá de sus tareas de cuidado ambiental. Si quieres conocer más sobre sus actividades e incluso contactarlos para participar en sus campañas de reforestación, puedes visitar su Facebook página o escríbales a [email protected].
Ana Paula de la Torre es periodista mexicana y colaboradora de diversos medios como Milenio, Animal Político, Vice, Newsweek en Español, Televisa y Mexico News Daily.