París- En los países miembros de la OCDE, un 65 % de los alumnos que participaron en el informe de 2022 de PISA expresaron haberse distraído con su celular u otros dispositivos, como lo es la computadora y la tableta, en tanto que un 59 % dijo que perdieron la concentración con los de otros de sus compañeros.
En su informe, que fue publicado el martes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico precisa que estos estudiantes obtuvieron resultados en los test de matemáticas, de 15 puntos inferiores a los alumnos que no tuvieron esas distracciones.
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En lo que se refiera a estos 15 puntos de desventaja, corresponden al aprendizaje de tres cuartas partes de un curso escolar.
Caso contrario, en el caso de los alumnos de Japón, que es el país de la OCDE con los mejores resultados en matemáticas, solamente el 18 % aceptó haberse distraído. Mientras que los surcoreanos, que se ubican en el segundo puesto, mostraron el segundo menor porcentaje de distracción, con el 32 %.
No obstante, los expertos de PISA no se pronuncian en favor de prohibir los móviles debido a su presencia social, y considerarán que podría ser contraproducente, además de que las tecnologías digitales adquieren cada vez más importancia como instrumentos educativos.
Así mismo, comprobaron que el tiempo que los alumnos usan, ya sea el celular u otros dispositivos para actividades de ocio, tales como conectarse a las redes sociales o jugar en línea, tiene un impacto negativo en cuanto a los conocimientos adquiridos si le dedican más de una hora al día.
En cuanto a los resultados en el test de matemáticas, estos empeoran de manera progresiva y de forma indudable a partir de una hora, siendo de hasta 60 puntos inferiores cuando los alumnos los utilizan para entretenerse entre cinco y siete horas al día.
Sin embargo, la situación cambian cuando los dispositivos son usados con el propósito de aprender. Un ejemplo es que las mejores notas en matemáticas las consiguieron aquellos que los utilizan entre una y cinco horas al día.
En este sentido, para los expertos de PISA, el desafío es lograr una integración productiva de las tecnologías digitales en el entorno del aprendizaje.
“No es forzosamente la prohibición lo que va a resolver los problemas, pero hace falta una regulación”, asegura uno de ellos.
En países en donde los que los alumnos tienen prohibido usarlos en las escuelas, si bien, por una parte, se comprueba que sufren menos distracciones, por otra parte, la ejecución de manera efectiva de esta medida presenta varios agujeros. Y el efecto que no es deseado es que los escolares los usen el resto del día, y algunas veces con prácticas dañinas de forma más compulsiva.
De acuerdo con el informe de PISA, un 29 % de los estudiantes de la OCDE que no están autorizados para llevar sus celulares a la escuela terminan usándolos varias veces al día, en tanto que un 21 % lo hacen todos los días en su escuela, con lo que rompe las reglas.
Por último, los alumnos que tienen prohibidos los teléfonos celulares en sus clases son menos propensos a desactivar las tanto notificaciones como aplicaciones cuando se van a ir a dormir. Los expertos señalan que una explicación a esta situación es que este veto los hace menos responsables en cuanto a su comportamiento con el celular.
Con información de la Agencia EFE.