Ciudad de Panamá- De los 501,297 migrantes que hasta ahora han cruzado el que es conocido como tapón del Darién, son los migrantes de nacionalidad venezolana “la de mayor ingreso con 320,465 y le siguen los ecuatorianos con 54,757 migrantes”, detallaron las autoridades panameñas a la Agencia de Noticias EFE.
Con cerca de una media de más de mil llegadas diarias, esta nueva cifra récord dejó por detrás los 24,000 de 2022 y los 133,000 de 2021.
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Esta es una cifra histórica, no obstante los numerosos obstáculos a los que las personas que transitan este lugar deben sortear al atravesar la selva, entre ellos, el peligro de ataques de animales salvajes, como mordedura de serpientes, así como las crecidas de los ríos debido a las lluvias torrenciales; además de los robos y las violaciones.
Olivier Dubois, quien es el jefe de la delegación regional del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para México y América Central, precisó que esta situación obliga a dar “una respuesta de asistencia humanitaria inmediata”, así como a llevar a cabo una reacción coordinada entre los países de origen, tránsito y destino junto con los organismos humanitarios.
En este sentido, Dubois consideró que detrás de este “número bruto” de ingreso de migrantes, es importante poner atención en que muchos de ellos son “niñas, niños y adolescentes que llegan deshidratados tras días sin probar alimentos, enfermos, con necesidad de atención física y de salud mental, pero también con necesidades de protección específicas especialmente si fueron víctimas de violencia sexual, de extorsión, secuestros” y otros delitos.
Así mismo, añadió el jefe de la delegación regional del CICR, “debemos recordar que detrás de cada cifra hay individuos con historias propias, personas que decidieron emigrar por distintas razones, entre ellas la violencia, y cada una debe ser tratada con dignidad”.
En la segunda semana de noviembre, las autoridades panameñas habían contabilizado en más de 468,000 los migrantes que habían llegado al país este año a través del Darién, que comunica el sur del continente con Centroamérica.
Por su parte, el Gobierno de Panamá acusan a los países del sur de América, fundamentalmente a Colombia, de dar la espalda a esta crisis migratoria, en cuya gestión el país ha invertido alrededor de 70 millones de dólares en los últimos años, según datos oficiales.
Una vez que los migrantes arriban a las poblaciones indígenas a la salida de la selva o en los centros de recepción migratoria en donde reciben cobijo, alimento y atención sanitaria, Panamá realiza un registro de ellos, para después coordinar la salida en autobuses hasta Costa Rica, este es un desplazamiento que se deben costear ellos mismos.
Desde hace años Panamá realiza esta operación de flujo controlado, y que consiste en guarecer a los migrantes irregulares en unas estaciones que están instaladas en la frontera sur Darién como en el norte, en Los Planes de Gualaca, cerca de Costa Rica.
Con información de la Agencia EFE.