El mundo de los autos eléctricos es cada vez más amplio en México y el mundo. Desde modelos de acceso, hasta autos de lujo o deportivos de alto rendimiento, pero la realidad es que siguen siendo más caros que un auto a gasolina, o eso es lo que todavía muchas personas creen y puede que estén equivocadas.
En la búsqueda de acercar la electrificación a diferentes mercados, la estrategia de diversas marcas también contempla vehículos que sean fáciles de usar, sin tanta complicación y, sobre todo, que estén al alcance de una mayor cantidad de personas.
La respuesta a ello, en parte gracias a desarrollos de baterías más eficientes y de menor costo, se encuentra en vehículos subcompactos, aunque también hay un par de camionetas, pues se ha diversificado el segmento.
¿Tener un auto eléctrico «barato» es sinónimo de austeridad? La respuesta varía entre modelos, pero desde un punto de vista de desempeño, cualquiera tiene un arranque y aceleración bastante más ágil que un auto a gasolina. Así como encendemos la luz de una habitación, y ocurre inmediatamente, la entrega de potencia de estos autos también es instantánea, por lo que tener menos de 100 caballos de fuerza no es sinónimo de lentitud, aunque sí de una velocidad limitada para viajes en carretera.