El ataque de Estados Unidos y el Reino Unido contra los rebeldes hutíes en el Yemen se lanzó contra una treintena de enclaves y Washington calcula que no provocó un número elevado de bajas, indicó este viernes el lugarteniente Douglas Sims, director de operaciones del Estado Mayor Conjunto estadounidense.
“La mayoría de lugares que golpeamos estaban en zonas que no estaban para nada urbanizadas. (…) Así que probablemente el número de víctimas no será muy alto”, señaló en una conferencia de prensa telemática, precisando que los lanzadores de misiles balísticos que los dos países tenían en su punto de mira estaban en zonas montañosas o muy poco pobladas.
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En un primer momento se lanzó una ronda de ataques contra 16 localizaciones y entre 30 y 60 minutos después comenzó otra contra otros 12 enclaves.
En total se emplearon 150 municiones y Estados Unidos se encuentra evaluando todavía el resultado.
“Esto estaba exclusivamente diseñado para ir contra las capacidades que están impidiendo la libertad internacional de navegación”, añadió Sims ante la prensa, que dijo que Washington está “bastante confiado” en que hicieron un buen trabajo.
Según el portavoz militar de los hutíes, Yahya Sarea, estos bombardeos dejaron cinco muertos entre sus filas, que no tardaron en lanzar una andanada de misiles contra los buques militares de la coalición naval internacional y en declarar una “guerra abierta” a Washington y Londres.
“Es de esperar que intenten algún tipo de represalia. Parece estar en su ADN”, señaló el lugarteniente estadounidense.
Sims subrayó que, pese a que la evaluación todavía es preliminar, los bombardeos estadounidenses y británicos dañaron las capacidades hutíes: “No creo que sean capaces de actuar como el otro día”.
El director de Operaciones del Estado Mayor conjunto se refirió al martes, cuando los hutíes llevaron a cabo su mayor ofensiva hasta entonces contra barcos vinculados a Israel. Según el Comando Central, EU y el Reino Unido derribaron el martes hasta 21 drones y aviones lanzados por los rebeldes.
“Lo deseable sería que cualquier pensamiento real de represalia se base en un entendimiento claro de que simplemente no nos vamos a dejar. Se trata de crear libertad de navegación para el transporte marítimo internacional”, concluyó.
En apoyo a los palestinos de Gaza y en un intento de ejercer presión económica contra el Estado judío para que cese sus operaciones en la Franja, los hutíes han lanzado decenas de ataques desde mediados de noviembre contra embarcaciones vinculadas a Israel o que se dirigían hacia puertos israelíes.
Esto ha provocado que las principales navieras a nivel mundial se hayan visto obligadas a ajustar sus rutas para evitar transitar por el mar Rojo, por donde opera casi el 15 % del comercio marítimo global, incluyendo el 8 % del comercio mundial de cereales, el 12 % del comercio de petróleo y el 8 % del comercio mundial de gas natural licuado.