Imagínese la versión más extrema cuando Don Jr. corre por el ala oeste, golpeando cabezas como jefe de personal, mientras su amiga Kimberly Guilfoyle hace su magia como directora de comunicaciones. Y para que nadie acuse a Trump padre de tener favoritos, Tiffany, apenas unos años fuera de Georgetown Law, podría ser contratado como abogado de la Casa Blanca. O, diablos, ¿por qué no fiscal general?
Qué hacer con Eric, el hijo del medio, siempre es un enigma. Con su experiencia en la empresa familiar, tal vez podría trabajar como secretario de comercio o vivienda. Por otra parte, habiendo aparecido como “juez de sala de juntas” en casi dos docenas de episodios de “The Apprentice”, la Corte Suprema podría ser una opción aún más tentadora.
La esposa de Trump, Melania, ha estado notablemente ausente de la campaña hasta ahora y nunca pareció entusiasmada con su etapa como primera dama. Pero incluso si ella sólo va de paseo, puede ser útil para su esposo. Sea testigo de cómo utilizó el mensaje de San Valentín que le envió esta semana como herramienta para recaudar fondos. “Querida Melania, ¡TE AMO! Incluso después de cada ACUSACIÓN, ARRESTO y CAZA DE BRUJAS, nunca te alejaste de mi lado”. comenzó. Muy conmovedor. Presumiblemente, está preparada para una actuación repetida, aunque es difícil ver cómo otros cuatro años de esta locura serían #BeBest para ella.
¿Y Javanka? Con algo de experiencia en el Ala Oeste ya a sus espaldas, especialmente en el frente diplomáticoIvanka seguramente está lista para cosas más grandes y mejores. ¿Secretario de Estado, tal vez?
En cuanto a Jared, recientemente insistió en que tiene sin planes seguir a su suegro de regreso a la Casa Blanca, prefiriendo centrarse en cambio en firma de inversión fundó en 2021. Es justo. El banquillo político no es para todos, y Jared puede suponer que ya ha establecido todas las conexiones extranjeras que necesita para prosperar. Ciertamente, el Inversión de 2 mil millones de dólares Según se informa, lo que su empresa recibió de un fondo soberano controlado por su amigo Mohammed bin Salman, el príncipe heredero de Arabia Saudita, fue un delicioso placer. Dicho esto, los planes cambian. Las fortunas cambian. Y, cuando Axios lo presionó, Kushner admitió que “nada en mi vida ha ido según los planes que me he fijado”. Entonces, si las cosas se volvieran locas y confusas en una segunda administración Trump, ¿quién puede decir qué papel podría considerar?