Marilynne Robinson es una de las grandes novelistas vivas. Ha ganado un Premio Pulitzer y una Medalla Nacional de Humanidades, y Barack Obama se tomó un tiempo de su presidencia para entrevistarla detalladamente. Su ficción está impregnada de un sentido de santidad: imágenes mundanas como ropa secándose en una cuerda parecen estar iluminadas por una fuerza divina. Ya sea que esté contando la historia de un pastor que enfrenta su mortalidad en “Gilead” o de dos hermanas que alcanzan la mayoría de edad en un pequeño pueblo de Idaho en “Housekeeping”, sus novelas luchan con cuestiones teológicas sobre lo que significa ser humano, ver el mundo de manera más profundamente, para buscarle sentido a la vida.
[You can listen to this episode of “The Ezra Klein Show” on the NYT Audio App, Apple, Spotify, Amazon Music, Google or wherever you get your podcasts.]
En los últimos años, Robinson ha estrechado los vínculos entre sus actividades literarias y su cristianismo, escribiendo ensayos sobre el calvinismo y otras tradiciones teológicas. Su próxima obra de no ficción es “Leyendo Génesis”, una lectura detallada del primer libro del Antiguo Testamento (o la Torá, como la conocí cuando crecí). Es una lectura contracultural en muchos aspectos: una que entiende al Dios del Génesis como misericordioso en lugar de vengativo y a los humanos como imperfectos pero capaces de asombrosos actos de gracia. No importa la fe de cada uno, Robinson descubre sabiduría en este texto central que se aplica a muchas preguntas con las que luchamos hoy.
Discutimos las virtudes evocadas en Génesis (belleza, perdón y hospitalidad) y cómo cultivar lo que Robinson llama «una mente educada para prestar buena atención». Y terminamos con su lectura de la historia de Israel, que me pareció desafiante, conmovedora y evocadora en un momento en que esa nación ha estado en el centro de las noticias.