Citas del gobernador de Wyoming y de un fiscal local fueron los primeros indicios que parecieron un poco extraños para el experimentado reportero del Powell Tribune, CJ Baker. Luego, fueron algunas de las frases casi robóticas en ciertas notas de un diario.
Sin embargo, el claro indicio de que un reportero de un medio de comunicación competidor estaba utilizando inteligencia artificial (IA) generativa para ayudar a escribir sus notas se produjo en un artículo del 26 de junio sobre el comediante Larry the Cable Guy, que fue elegido como el gran mariscal de un desfile local. El cual concluía con una explicación de la pirámide invertida, el enfoque básico para escribir una nota de última hora.
“El Desfile de Cody 2024 promete ser una celebración inolvidable de la independencia de Estados Unidos, dirigida por una de las figuras más queridas de la comedia”, informó el diario Cody Enterprise. “Esta estructura garantiza que la información más crítica se presente primero, lo que facilita que los lectores comprendan rápidamente los puntos principales”.
Después de investigar un poco, Baker, que ha sido reportero durante más de 15 años, se reunió con Aaron Pelczar, un hombre de 40 años que era nuevo en el periodismo y que, según Baker, admitió que había utilizado la IA en sus historias antes de renunciar al Cody Enterprise.
Palabras que nunca fueron dichas
La editorial y el editor del Cody Enterprise, que fue cofundada en 1899 por Buffalo Bill Cody, se han disculpado y han prometido tomar medidas para garantizar que nunca vuelva a suceder. En un artículo editorial publicado el lunes, el editor Chris Bacon, dijo que “no pudo descubrir” el uso de la IA y las citas falsas.
“No importa que las citas falsas fueran el aparente error de un reportero novato apresurado que confiaba en la IA. Era mi trabajo”, escribió Bacon. Se disculpó porque “a la IA se le permitió poner palabras que nunca se dijeron en las notas”.
Los periodistas han descarrilado sus carreras inventando citas o hechos en historias mucho antes de que apareciera la IA. Pero este último escándalo ilustra las posibles trampas y peligros que la IA representa para muchas industrias, incluido el periodismo, ya que los chatbots pueden escupir artículos espurios, aunque algo plausibles, con sólo unas pocas indicaciones.