Con la elección de Donald Trump a un segundo mandato en la Presidencia de Estados Unidos, las políticas migratorias y económicas que planea implementar como deportaciones masivas o aranceles a México han tomado un rol destacado en la discusión pública.
Sobre ello, la Dra. Patricia Pozos Rivera, académica de la Unidad de Investigación de Economía Política del Desarrollo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), abordó los efectos que tendrían las anunciadas deportaciones masivas en México y Estados Unidos.
Para la investigadora, la mano de obra mexicana en Estados Unidos está «en trabajos necesarios para el mercado laboral de Estados Unidos», agregando que con el expresidente Barack Obama hubo más deportaciones que con Donald Trump.
«Se le conoce como el Deportador en jefe, porque en ese periodo si hubo mucha más deportación».
Llamó a tomar «con mucho cuidado» las amenazas del presidente electo y entender «hasta dónde va a ser real que se saque a todos los mexicanos que están irregulares en Estados Unidos».
El costo de la deportación y el discurso contra los migrantes
«Yo no sé hasta donde el gobierno de Donald Trump hasta donde estará dispuesto a pagar todo lo que costaría esa deportación, hay informes que hablan que cada deportación cuesta mil 400 dólares, entonces a eso le multiplicamos el total de migrantes trabajadores mexicanos que quiera deportar, va a ser un alto costo».
La académica explicó que el costo sería de hasta 7 mil 300 millones de dólares, según diversos cálculos.
Pozos Rivera duda que el gobierno de Estados Unidos esté dispuesto a pagar ese costo y cuestionó sobre quienes van a cubrir las plazas de trabajo dejadas por los migrantes.
Manifestó que el discurso contra los migrantes, al culparlos de todos los males que hay en Estados Unidos, como el desempleo y la caída en salarios, es «un chivo expiatorio» para el origen de los problemas sociales que tiene el país, su política económica.
Señala que al generar una opinión negativa contra los migrantes se abaratan aún más la mano de obra, «que ya de por sí está en situación irregular, no tiene manera de demandas mejores condiciones de trabajo si toda la población está contra ellos no hay fuerza para exigir mejores condiciones laborales».
El discurso de Donald Trump tiene «esa doble finalidad, por un lado quitar la mirada del gobierno y de las empresas estadounidenses que son las que están generando todas las problemáticas sociales de su población nativa y por el otro abaratar aún más los salarios y no darle de ningún tipo de derechos laborales a los mexicanos que están allá».
«Dreamers»
La investigadora Pozos Rivera señaló que los «dreamers», jóvenes que llegaron muy pequeños a Estados Unidos y desde entonces hicieron su vida allá, podrían reincorporarse a cualquier mercado, con lo que descartó que pueda ocurrir su deportación.
«Son una mano de obra que se puede apreciar en los mercados laborales de Estados Unidos».
Pese a sus capacidades, de darse la deportación consideró una tragedia para los jóvenes que han vivido toda su vida en Estados Unidos y llegarían a un país que no es el suyo.
«Nosotros también tenemos una problemática en relación al trabajo que se le puede ofrecer a los jóvenes… quienes son los que más altas tasas de desempleo e informalidad sufren en México».
Afirmó que la deportación de los «dreamers» metería a México en una problemática, porque de inicio, el país no ha podido incorporar a todos sus jóvenes al mercado laboral.
Dependencia de las remesas
La académica destacó que en promedio a las familias que reciben las remesas les llegan en promedio unos 350 dólares al mes (alrededor de 7 mil pesos, según el tipo de cambio), lo equivalente a un salario, que es usado para la comida y gastos básicos.
De darse una reducción en las remesas planteó que afectaría a las familias que depende de ese «salario» enviada por sus familiares en Estados Unidos.
Reiteró que la migración en el país vecino es una «migración laboral», siendo los migrantes quienes apartan un porcentaje de su salario y lo mandan.