INGLATERRA- De acuerdo a un texto publicado en la Universidad británica de Surrey titulado “War impacts on the function of children’s DNA and slows development, according to new research”, los niños que viven en países desbastados por la guerra no solo presentan problemas en su salud mental, sino que además, la guerra esta puede desencadenar cambios biológicos adversos en el ADN, que podrían afectar en su salud de por vida.
En el que es el primer estudio de este tipo que fue liderado por la Universidad británica de Surrey, un equipo de investigadores recopiló muestras de saliva de 1,507 niños refugiados sirios, de entre 6 y 19 años, que estaban viviendo en asentamientos informales en el Líbano.
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Una vez que obtuvieron estas muestra, examinaron la metilación del ADN (ADNm), que es un proceso epigenético en el que se agregan etiquetas químicas al ADN en varios sitios del genoma, es decir el conjunto completo de genes. Estas modificaciones en el ADNm son capaces ya sea de “activar o desactivar genes sin cambiar el código del ADN”, explica el comunicado.
Así también, se usaron cuestionarios que fueron entregados y contestados tanto por los niños como sus cuidadores para poder medir la exposición de los menores a los acaecimientos vinculados con el conflicto bélico.
El ADNm tiene un papel fundamental en el desarrollo normal y puede verse influido debido a factores tales como la dieta, el estrés y la exposición a traumas.
Surrey, en colaboración con el University College de Londres, además del Instituto de Desarrollo, así como el instituto de Investigación, Defensa y Atención Aplicada del Líbano, también la Universidad St Georges del Líbano y una importante ONG internacional, logró descubrir que los niños que habían estado expuestos a un conflicto militar mostraban modificaciones en el ADN en varios sitios y regiones del genoma, detalla el comunicado.
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“Algunos de estos cambios estaban relacionados con genes implicados en funciones críticas como la neurotransmisión (cómo se comunican las células nerviosas) y el transporte intracelular (cómo se mueven los materiales dentro de las células)”, prosigue el texto publicado por la universidad
No obstante, lo investigadores no se saben si estos cambios “estén presentes en otras formas de trauma”, tales como la pobreza o el acoso escolar, lo que hace suponer que la guerra puede producir “respuestas biológicas únicas en el cuerpo”, explica la universidad
En opinión del profesor Michael Pluess, quien además es el autor principal del estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad de Surrey, ”Aunque es de conocimiento común que la guerra tiene un impacto adverso en la salud mental de los niños, nuestro estudio ha encontrado evidencia de los mecanismos biológicos que subyacen a este efecto”.
Asimismo, prosigue Pluess “descubrimos que la guerra está vinculada a un envejecimiento epigenético más lento, lo que podría significar que la guerra podría estar afectando el desarrollo de los niños.”
”En conjunto, nuestro estudio ofrece un panorama más claro del trágico costo de la guerra, más allá del estrés mental, para los muchos millones de niños atrapados en medio de ella”, explica Pluess.
Esta investigación que fue financiada por los Institutos Nacionales de Salud (NIH), forma parte del estudio BIOPATH, siendo este una investigación que inició en 2017.
BIOPATH es el primer estudio a “gran escala de este tipo” que se llevó acabo en niños refugiados, y que, sirve como base para una “comprensión más profunda de cómo el trauma afecta el desarrollo de la salud mental”, precisa la Universidad británica de Surrey.
EFECTOS BIOLÓGICOS EN LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS
Los investigadores también estudiaron cómo son diferidos los efectos biológicos de un conflicto bélico entre niños y niñas.
Logrando descubrir que las niñas que “experimentaron eventos de guerra mostraron cambios más significativos en el ADN m que los niños, particularmente en genes vinculados con la respuesta al estrés y el desarrollo cerebral”, detalla el comunicado de la universidad británica.
No obstante a que tanto los niños como las niñas se vieron afectados, son las niñas las presentaron “una respuesta biológica más fuerte a la exposición a la guerra”, lo que hace pensar a los investigadores “que pueden ser más vulnerables a los efectos a largo plazo del trauma a nivel molecular” concluye el comunicado.
Con información de la Agencia EFE y la Universidad británica de Surrey.