CDMX.- La presidenta Claudia Sheinbaum se ha convertido en una víctima más de los obradoristas, quienes la han visto débil e incapaz de liderar la instauración del nuevo régimen, afirma Raymundo Riva Palacio.
“La narrativa original de Sheinbaum ha sido rebasada por las posiciones del obradorismo, que la han visto débil e incapaz, como política y como equipo, para tomar el control y asumir el rol de mariscal de la gran batalla en la instauración del nuevo régimen”, señala hoy el periodista en su columna “Estrictamente Personal”.
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El analista afirma que la “guerra cultural” de Andrés Manuel López Obrador está de regreso, pero, a diferencia de su antecesor, no es la Presidenta quien la encabeza, pues ella es apenas una “generala” de varios que se disputan el cargo de “mariscal”.
“Sheinbaum es una víctima de los puros del obradorismo, un daño colateral en este momento de regeneración del régimen”, detalla sobre el contexto político que vive el oficialismo.
SHEINBAUM Y LA DISPUTA POR EL PODER
Claudia Sheinbaum, asegura el analista político Raymundo Riva Palacio, enfrenta en este momento una batalla de varios frentes, entre ellos la disputa por el poder con Andrés Manuel López Obrador.
Además de su antecesor, hay obradoristas que compiten por el poder con la Presidenta, entre ellos Adán Augusto López, Ricardo Monreal y Jesús Ramírez Cuevas; coordinadores de Morena en el Senado, la Cámara de Diputados y de asesores de la mandataria, respectivamente.
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“Los desplantes de los coordinadores en el Senado y la Cámara de Diputados, Adán Augusto López y Ricardo Monreal, no han sido sólo contra la oposición y el sentido común, sino también la han afectado a ella”, refiere.
Hay que recordar que Adán Augusto, cercano a AMLO, fue quien operó desde el Senado la reelección de Rosario Piedra Ibarra al frente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), pese a que la candidata de Sheinbaum era Nashieli Ramírez Hernández.
En el caso de Monreal fue el uso de helicópteros privados que, en su primera reacción, declaró se le iba a seguir viendo usándolos, lo que de acuerdo con el periodista fue interpretado “como una afrenta” a la Presidenta.
Sobre Ramírez Cuevas, a quien Riva Palacio califica como el “Caballo de Troya en Palacio Nacional”, este ha logrado regresar a la política de comunicación social −de la que fue marginado− debido a la inexperiencia del equipo de Sheinbaum.
El exvocero presidencial, asegura el periodista ha logrado “rearmar una segunda línea de mercachifles acreditados como ‘periodistas’ para controlar las preguntas en las mañaneras y plantear temas que a veces parecen incomodar a la Presidenta”.
Pero no es todo, afirma que en las tres últimas semanas se han reactivado las cuentas de X asociadas el exvocero y cuya tarea es “difamar y buscar la neutralización de los críticos al régimen”.
Sin embargo, añade, “no parece ser parte de una acción coordinada con la Presidenta, pues Ramírez Cuevas se ha tomado atribuciones que no le corresponden, en la narrativa y en los hechos”.
El editorialista asevera también que, aunque la Presidenta “detesta” al exvocero, ha tenido que recurrir a él para pedirle ayuda, “en reconocimiento implícito de su debilidad comunicativa”, para transmitir mensajes políticos o en la realización de cabildeos donde el equipo de Sheinbaum ha fracasado.