Rusia reanudó hoy la exportación de diésel suspendida desde el pasado 1 de octubre con la condición de que las compañías exportadoras reserven la mitad del combustible producido para el consumo interno ruso.
La exportación se reanudó «al nivel óptimo que ya habíamos anunciado, partiendo del objetivo de suministrar al mercado interno al menos un 50 % de la producción», declaró a la prensa el ministro de Energía ruso, Nikolái Shulguinóv, según la agencia rusa Interfax.
Según el titular de Energía, Rusia planea incrementar el procesamiento de petróleo durante el año en curso.
«Desde principios de año crece» el nivel de procesamiento, señaló.
También se refirió a las ayudas previstas por el Gobierno ruso para compensar a los exportadores por las limitaciones impuestas al suministro de gasolina y diésel a terceros países, al señalar que «los cambios futuros serán apreciados de modo dinámico, ya que las circunstancias que inciden en los precios pueden cambiar».
Rusia anunció el pasado 21 de septiembre la prohibición de la exportación de gasolina y diésel para poner coto al incremento de sus precios en el mercado interno.
La única excepción de esta medida eran cuatro socios de Rusia: Kazajistán, Bielorrusia, Armenia y Kirguistán.
El viceprimer ministro ruso, Alexandr Novak, defendió esta medida poco después de su entrada en vigor y aseguró que se mantendría «el tiempo que sea necesario», ya que provocó una caída considerable de los precios de la gasolina y el diésel en la mayoría de las regiones rusas, lo cual debía incidir en los precios de las gasolineras.
Rusia se vio obligada a imponer estas limitaciones ya que el incremento de los precios del combustible en el mercado internacional estimuló a las empresas rusas a incrementar las exportaciones de gasolina y diésel, lo cual provocó, junto a la progresiva devaluación del rublo, un alza de los precios.