Según un informe, un audaz complot supuestamente urdido por agentes de la inteligencia ucraniana para aniquilar a decenas de pilotos rusos con pastel y whisky envenenados fue frustrado en el último minuto.
El incidente tuvo lugar el sábado en la Escuela Superior de Aviación Militar Armavir en la región rusa de Krasnodar.
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La escuela de vuelo de élite ubicada en la ciudad de Armavir organizó un banquete en honor a sus exalumnos que se graduaron de la institución hace 20 años.
A la fiesta asistieron 77 invitados, entre ellos pilotos en servicio activo que ocupaban altos rangos en la fuerza aérea rusa, informó el canal de telegramas ruso Fighterbomber.
En medio de las festividades, apareció un repartidor llevando un enorme pastel que pesaba más de 44 libras y varias cajas de whisky irlandés Jameson, todo cortesía de los desconocidos “admiradores agradecidos” de la escuela de vuelo, según el informe.
Mientras se cortaba el gigantesco pastel de dos niveles, los muy impresionados alumnos se ocuparon de tomarse selfies y publicar palabras de agradecimiento en sus grupos de chat privados.
Al mismo tiempo, todos en la fiesta comenzaron a intentar averiguar quién había enviado las ofrendas.
Un funcionario de la academia a cargo de la seguridad sacó una captura de pantalla del repartidor del vídeo de CCTV, que posteriormente fue identificado como Egor Semenov, de 32 años, originario de la ciudad ucraniana ocupada de Melitopol.
Se dice que el sospechoso corrió al aeropuerto de Stavropol para comprar un billete de avión a Moscú, pero su plan de fuga fue frustrado por las autoridades locales que lo detuvieron, informó el canal Baza en Telegram.
Durante el interrogatorio, Semenov supuestamente admitió haber traído el pastel y las botellas de alcohol con un potente veneno.
Semenov vive en Rusia desde 2017. Tiene un hijo pequeño y se gana la vida instalando intercomunicadores, según informes locales.
Hasta ahora, el hombre de 32 años ha sido encarcelado durante 15 días por un cargo preliminar de alteración del orden público.
Se dice que las autoridades de Armavir estaban buscando a los panaderos locales que crearon el postre mortal, que estaba decorado con el emblema de la escuela de aviación.
El canal Telegram, que informó por primera vez del incidente, dirigido por un piloto de combate retirado, culpó del envenenamiento fallido a la Inteligencia de Defensa de Ucrania, conocida como GUR.
“Por pura casualidad y gracias a la escrupulosidad de los agentes que dejaron a un lado el pastel anónimo y la bebida, nadie tuvo tiempo de comer tontamente el pastel o probar la bebida”, dijo el canal. “Hubiera sido una catástrofe. 77 invitados”.
“Pero todos están vivos. GUR fracasó totalmente. Y eso es bueno”, se regocija el autor.
