La mayor tabaquera de EUA, Altria, fabricante de Marlboro, reportó este jueves una caída en sus ventas del 4.1 % en el último trimestre y empeoró sus previsiones de beneficio para el conjunto del ejercicio por la inflación y la competencia, sobre todo de los nuevos productos de vaporeo.
Altria, que es propietaria de otras grandes empresas tabaqueras como Philip Morris USA, tuvo unos ingresos de 6.281 millones de dólares (4.1 % menos interanual); no obstante, sus beneficios siguen siendo cuantiosos y alcanzaron los 2,166 millones en el trimestre, según indicó en un comunicado.
La empresa se está centrando en los últimos años en el desarrollo de alternativas al cigarrillo tradicional de tabaco, pero según su documento, la marca Marlboro sigue disfrutando de una gran cuota de mercado, del 42.3 %, tras una ligerísima reducción del 0.3 % respecto al año pasado.
La tabaquera vio reducirse su volumen de envío de cigarrillos un 11.6 % en Estados Unidos, algo que atribuyó al «declive» del sector, en el que señaló el impacto de la inflación en los consumidores adultos de tabaco, que tienen menos dinero disponible, y el aumento de productos de vaporeo «ilegales».
A ese respecto, en una presentación adicional, Altria criticó a la Administración Federal de Fármacos (FDA, en inglés) de EUA por aplicar la ley de manera «inadecuada e inefectiva» en el mercado de productos de vaporeo (e-vapor), una de las apuestas de la tabaquera para el futuro de su negocio.
En junio, Altria completó su compra de la empresa de vapeo NJOY por 2,750 millones de dólares tras su apuesta fallida por Juul, que está en bancarrota, y a la que abandonó como inversor después de que su valor se desplomara de 12,800 millones a 250 millones en unos cuatro años.
NJOY tiene un producto de vapeo llamado ACE que usa un dispositivo pequeño conocido como «pod», el único de su tipo aprobado por la FDA, y en el que tiene puestas sus esperanzas, ya que está invirtiendo en su cadena de suministro y su visibilidad, según la nota.
El regulador ha tomado acciones centradas en la legalidad de los sabores de los productos y en la promoción dirigida a menores, como en el caso de la quebrada Juul, pero en las tiendas de conveniencia y de fumadores del país se ofrecen multitud de productos de vapeo y cigarrillos electrónicos, lo que presumiblemente critica Altria.
Juul sigue costándole dinero a la tabaquera pese a haberla abandonado: en los que va de año ha gastado 424 millones de dólares en litigios; este pasado mayo acordó cerrar unas 6,000 demandas relacionadas con el vapeo entre adolescentes, según apunta CNBC.
Los resultados de Altria no tuvieron una buena acogida entre los inversores, que se fijaron en sus malas previsiones de beneficio, y las acciones de la empresa caían un 5.7 % en Wall Street. Desde que comenzó el año ha perdido un 12 % de valor, hasta 76,000 millones de dólares.