¿Sabías que en México escribimos poemas cómicos sobre la muerte y luego los compartimos con nuestros amigos y familiares para reírnos un poco?
Sí, probablemente estés pensando que hay algo mal con nuestro sentido del humor, pero te prometo que estos poemas son a menudo una forma tierna y cariñosa de recordar a alguien que ha fallecido, excepto, por supuesto, si se los diriges a alguien en ¡política!
El calaveritas literarias, que se traduce como “calaveras literarias”, son una de las partes más queridas del Día de Muertos. Pero a diferencia de otras costumbres en torno al Día de Muertos –como los altares de muertos o la propia La Catrina– calaveritas literarias son prácticamente desconocidos para los extranjeros.
En el artículo de hoy, exploraremos más sobre esta preciada y divertida tradición y te enseñaremos cómo escribir la tuya propia. calaverita literaria (lo cual te será útil si tienes niños que asisten a la escuela en México).
¿Qué es un calaverita literaria?
Calaveritas literarias son poemas cortos y divertidos que riman y describen situaciones imaginarias sobre un pueblo que se encuentra con la muerte. El sujeto podría ser un amigo, un familiar o alguien en política, y puede estar vivo o muerto.
Si el personaje es un amigo o un ser querido, el poema suele ser humorístico y no ofensivo, y se basa en sus personalidades para crear una historia alegre y divertida de su fallecimiento.
Pero si el personaje es un personaje famoso o un político, el poema suele utilizarse para criticarlo o satirizarlo mediante la burla o la ironía.
¿De dónde viene la tradición?
Según diversas fuentes, el poema de Día de Muertos más antiguo de México fue escrito por Fray Joaquín Bolaños. El extenso texto se titula “La portentosa vida de la muerte” y habla de la amargura de la muerte de una manera divertida y humorística.
Más tarde, otros escritores durante el Virreinato utilizaron los poemas del Día de Muertos para burlarse de los largos epitafios proporcionados a los nobles gobernantes, como una forma temprana de crítica y burla social. Estos textos fueron rápidamente prohibidos, pero restaurados una vez que México obtuvo su independencia.
Pero fue José Guadalupe Posada, cuyo boceto clásico “Calavera Garbancera”, más tarde apodado como La Catrina, que la forma de arte realmente se hizo popular.
En 1913 publicó su boceto junto con un poema del Día de Muertos dedicado a las mujeres mexicanas adineradas con aspiraciones europeas. En él, Posada se burló de su estilo de vida y comentó que a pesar de sus supuestos aires de gracia, la muerte eventualmente les llegaría de todos modos.
El título y el primer verso del poema decían algo como esto:
“Los que hoy están empolvados [with makeup] ‘garbanceras’, terminarán siendo cráneos deformes.
“Hay garbanceras preciosas encorsetadas y de tacón,
Pero se convertirán en calaveras
Sólo uno más en el grupo”.
Hoy en día, estos poemas se utilizan en los periódicos mexicanos para burlarse de los políticos en el Día de Muertos. Nos enseñan a escribirlos en la escuela, donde se anima a los niños a leer los suyos en clase.
¿Cuál es la estructura de un calaverita literaria?
Versos octasilábicos. Por lo general, estos poemas se estructuran como un verso de ocho sílabas. Las estrofas pueden ser de cuatro versos o de diez versos.
Verso que rima: Los versos pueden ser de dos tipos: A, B, B, A (las últimas palabras del primer y último verso suenan iguales o muy parecidas, así como las de los dos del medio) y A, B, A, B (que riman el primer y tercer verso, al igual que el segundo y el cuarto).
Mención de muerte: El objetivo de un calaverita literaria Es presentar una situación imaginaria donde el sujeto se encuentra con la muerte.
Según el escritor y poeta mexicano Óscar de Pablo, la muerte puede denominarse “calaca [skeleton]parca, huesuda, calavera, catrina o calva, pero siempre tiene que estar ahí y siempre tiene que llevar a la persona a quien está dedicado el verso”.
Rasgos de personalidad: Debes incluir aquellos atributos de carácter que definieron la persona sujeto del poema.
Humor: Deben recordar al lector la naturaleza inevitable de la muerte con humor, amor, dulzura y afecto… o con burla e ironía.
Escrito en forma de epitafio: Un epitafio es una frase escrita en memoria de una persona fallecida a modo de inscripción en una lápida.
Final sorprendente: debes considerar palabras que rimen con los rasgos definitorios del tema del poema y que lleven al lector a un final fantástico.
Es importante recordar que, si bien los poemas del Día de Muertos pueden contener ironía y burla, no deben ser irrespetuosos ni ofender al destinatario del poema.
Calaveritas literarias están destinados a traer alegría y risas a los lectores.
Algunos ejemplos de calaveritas literarias
Cada año, el diario El País publica una recopilación de calaveritas literarias sobre los famosos de México y los principales eventos del año.
Si has escrito un poema o verso del Día de Muertos y te gustaría compartirlo con nosotros, te animamos a hacerlo en la sección de comentarios.
Por la escritora del Diario México Noticias Gabriela Solís