Los agricultores búlgaros han puesto fin ayer miércoles a los bloqueos del tráfico con los que habían iniciado la semana en protesta por el levantamiento del veto a los granos ucranianos, tras aceptar una propuesta del Gobierno que incluye límites a la entrada de semillas de girasol de Ucrania.
Los centenares de agricultores que con tractores y otros vehículos se habían concentrado en una de las entradas a Sofía respondieron con aplausos a la lectura pública del texto de un memorando acordado con el Ejecutivo.
A continuación, aceptaron volver a casa y comenzaron a dispersarse.
El acuerdo alcanzado con el primer ministro, Nikolay Denkov, y los titulares de Agricultura y de Finanzas, incluye una prohibición de las importaciones de semillas de girasol desde Ucrania hasta que se agoten los volúmenes producidos en Bulgaria durante la temporada 2022-2023.
Además, el Gobierno se ha comprometido a continuar las negociaciones con la Comisión Europea (CE) sobre la prohibición de importar de Ucrania volúmenes de cultivos agrícolas que superen el 10 % del volumen neto de la producción nacional, así como sobre la introducción de un régimen de licencias para la importación de trigo, maíz y colza del país atacado por Rusia.