El Viaducto Miguel Alemán, una de las vías rápidas de la Ciudad de México, se ha convertido en una ruta de asaltos debido a las filas kilométricas de tráfico vehicular que convierten a los automovilistas en presa fácil de los delincuentes.
Tras difundirse el video del asalto de la semana pasada en el bajo puente de Viaducto y Avenida Cuauhtémoc, en el que participaron tres autos y dos motos, usuarios de redes sociales y expertos señalaron que emboscadas similares ocurren no sólo donde no hay cámaras, sino en todas las vialidades con filas kilométricas de tráfico.
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Francisco Rivas, director del Observatorio Ciudadano de Seguridad, enfatizó en que son modus operandi conocidos por las autoridades.
“La autoridad debería implementar operativos para disuadir a las bandas de asaltantes en las áreas que quedan paralizadas y bloqueadas y que son son un excelente espacio para los delincuentes que se mueven en motos y a pie y que tienen un carro esperándolos en otra calle”, consideró.
“No hay un ejercicio de inteligencia para aprovechar los recursos que se tienen y posicionar mejor al estado de fuerza”, criticó.
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“Es importante pensar operativos para sorprender a la delincuencia, para generar reacciones rápidas que inhiban los robos, no sólo de poder un policía en el bajopuente, porque no es seguro que puedan defender a los ciudadanos, de hecho, ellos también estarían expuestos”.
El Observatorio advirtió que los robos en el tráfico suelen ser más frecuentes de lunes a miércoles, de las 18:00 a las 21:00 horas, y los viernes, particularmente de quincena, a partir de las 14:00 horas y hasta la noche.
(Con información de Reforma)
