Debido a la crisis hídrica que vive el país, las autoridades responsables han optado por una mayor extracción de fuentes subterráneas, agua que en casi 60% presenta sustancias tóxicas, como metales pesados, la cual amenaza la salud de los habitantes si no se potabiliza de forma adecuada.
Arsénico, cadmio, cromo, flúor, mercurio, nitrógeno, plomo y coliformes fecales contaminan pozos de estados como Coahuila, Durango, Baja California, Campeche, Tamaulipas, Zacatecas, Michoacán y Sonora, principalmente, de acuerdo con datos de la Conagua.
De los 775 puntos de monitoreo que ésta reportó en 2022, 302 están en semáforo rojo, lo que indica alta presencia de contaminantes, mientras que 144 están en amarillo. En total, los datos de la Conagua arrojan 446 puntos subterráneos con niveles de contaminación superior a lo permitido en agua potable, lo que representa 57.5% del total.
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En semanas pasadas, ante la escasez de agua en la Zona Metropolitana del Valle de México, el gobierno capitalino informó que se abastecerá a la ciudad con líquido extraído en Hidalgo. En tanto, en 2022, cuando Nuevo León vivió una crisis similar, la misma Conagua informó que se buscaría perforar más pozos para dotar del líquido a los pobladores de esa entidad.
Sin embargo, especialistas alertan sobre el riesgo de sobreexplotar los acuíferos y depender de agua con altos niveles de contaminantes, en lugar de crear un plan integral para disminuir el volumen que se destina a rubros como la agricultura, —la cual representa 76% del consumo en el país—, recuperar el agua de lluvia, y tratar y reusar las residuales.
CONSUMO A CIEGAS
Francisco Bustamante, presidente de la asociación Agua en México, advierte sobre la calidad del recurso que se emplea en México, dado que el que provenga de un pozo no garantiza su inocuidad.
El 80% del abastecimiento de agua para consumo humano proviene de pozos, pero muchas veces, al ser de pozo, dicen: ‘No necesita nada, ya está filtrada el agua, nada más le doy un clorado y con eso queda’. No es cierto, y es ahí donde tenemos que ver dónde estamos parados. Tenemos que tener la conciencia de que todas las fuentes de abastecimiento deben estar revisadas por la Norma 127 y, si no cumplen en cualquiera de las características, tienen que implementar los procesos para quitar metales pesados, químicos, fertilizantes, coliformes, de tal suerte que podamos tener acceso a agua de buena calidad”, destaca.
La Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSA1-2021 establece los límites permisibles de calidad que debe cumplir el agua para uso y consumo humano.
La verdad es que, en la mayor parte de los casos, tratándose de pozos, lo único que le dan (al agua) es un pequeño clorado para matar bacterias, una desinfección, y que se vaya así a tu casa, eso es lo que está pasando realmente”, alerta.
Y advierte que, además del riesgo de hundimiento de la tierra y mayores afectaciones por sismos, perforar nuevos pozos implica una atención muy alta a la potabilización.
SOBREEXPLOTACIÓN, LA CAUSA
Miguel Salas, integrante del Consejo Consultivo del Agua en Durango, explica que la contaminación de los pozos se da, principalmente, por la sobreexplotación de los acuíferos, lo que lleva a que se tenga que perforar a profundidades donde existe una mayor concentración de elementos como arsénico, flúor y plomo.
Esta contaminación de los pozos con elementos que son nocivos para la salud por supuesto que tiene repercusiones para los usuarios que reciben esta agua de calidad fuera de norma y que, a la postre, tendrán enfermedades que deberán ser atendidas por el sector salud, el cual también demandará un presupuesto para eso”, advierte.
Para evitar riesgos de padecimientos en la población que consume agua de pozo, ante la falta de recursos para optar por la embotellada, el especialista llama a los gobiernos a que el líquido que se capta en las presas deje de ser prioritario para el campo y, en cambio, se entregue a la población, una vez potabilizado. Al mismo tiempo, invertir en el tratamiento de las aguas residuales de las ciudades, para que puedan destinarse al campo —sector que más consume a nivel nacional— y que se empleen de forma eficiente mediante riego tecnificado, liberando así volúmenes importantes.
URGE GESTIÓN DEL AGUA
Para Francisco Bustamante, la solución a la crisis hídrica no está en perforar más pozos, sino en gestionar de forma efectiva el uso del agua y garantizar su calidad.
Esto ya no se puede dejar. Tenemos que atacar la gestión del agua, primero en la pérdida mediante fugas; en el tratamiento de aguas, nada más se trata 40%; en la potabilización del agua, bien, a conciencia, con la Norma 127, y que esté certificada por la Conagua, y si los organismos operadores no cumplen con la norma, sean sancionados realmente”, considera.
Recomienda, además, implementar estímulos para que la industria invierta en tratamiento y reúso de agua.
METALES PESADOS AMAGAN A LA SALUD
Entre los principales contaminantes de las fuentes de agua subterráneas se encuentran metales pesados que, en altas concentraciones o exposiciones prolongadas, pueden generar serias afectaciones a la salud.
Uno de estos es el cromo, que, si bien es un elemento nutritivo esencial, en niveles altos está vinculado a casos de cáncer, como los registrados en toda una comunidad, Hinkley, California, en la década de los 90.
En México, la Conagua reporta sólo un pozo con niveles peligrosos de cromo —el sitio Xoxtla 1, en el municipio de Coronango, Puebla, parte de la cuenca del Balsas, el cual está considerado no apto como Fuente de Abastecimiento de Agua Potable (FAAP)—; sin embargo, omite resultados sobre este parámetro en 35 de los puntos monitoreados.
El arsénico es uno de los metales más comunes en los pozos, tanques y manantiales vigilados por la Conagua. De los 775 sitios monitoreados en total, la dependencia alerta niveles altos de este metal en 155 (20%), los cuales califica como no aptos como FAAP, mientras que sobre 120 más no presenta resultados.
En el caso del cadmio, que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) ejerce efectos tóxicos en los riñones, así como en los sistemas esquelético y respiratorio, y está clasificado como carcinógeno humano, la dependencia no reporta contaminación en ningún pozo, pero no tiene datos para 35 sitios.
En tanto, la Comisión indica 10 puntos en México contaminados con plomo —el cual es una de las 10 sustancias más peligrosas para la salud, según la OMS—: Juan Domínguez Cota, en La Paz, BCS; El Huarache, en Lerdo, Durango; Pozos Metepec y Toluca, en el Edomex; 77B Ejido El Palmar, en San Nicolás, Tamaulipas; P19C-6+350, en Acuña, Coahuila; Álvaro Obregón, en La Paz, BCS, y 1,3 y 4 G.N., en Mulegé, también BCS.
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Aunque ninguno de los sitios presenta contaminación por mercurio —tóxico para los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, la piel, los pulmones, riñones y ojos— no hay datos respecto a éste en 87 pozos.
Además, 93 sitios no son aptos para consumo humano debido a alta concentración de nitrógeno de nitratos, y 87 por alto nivel de fluoruros.
Y aunque no se trata de un metal pesado, se reporta que 51 pozos están contaminados por coliformes fecales, cuya presencia, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), se relaciona con la de patógenos más difíciles de detectar, como Salmonella, Shigella y Vibrio, causantes de gastroenteritis, disentería, tifoidea y cólera. En este rubro, 92 sitios carecen de resultados.
Arsénico:
- La exposición prolongada a través del consumo de agua y alimentos contaminados puede causar cáncer y lesiones cutáneas. También se ha asociado a enfermedades cardiovasculares y diabetes.
Plomo:
- Afecta el sistema nervioso central. Una intoxicación, por más leve que sea, puede generar daño cerebral. Es un mayor riesgo para bebés, niños pequeños y mujeres embarazadas.
Hierro:
- No tiene efectos en la salud pero puede modificar negativamente el sabor del agua y generar manchas color marrón rojizo en la ropa, platos, utensilios, vasos, lavaplatos o accesorios de plomería.
Cadmio:
- Ejerce efectos tóxicos en los riñones, así como en los sistemas esquelético y respiratorio. Está clasificado como carcinógeno humano.
Coliformes fecales:
Su presencia representa contaminación bacteriológica.
Mercurio:
- Tóxico para los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, la piel y los pulmones riñones y ojos.
Nitrógeno de nitratos:
- Reduce la capacidad de los glóbulos rojos para llevar oxígeno.
Cromo:
- Aunque es un elemento nutritivo esencial, niveles altos de cromo están vinculados en casos de cáncer. La Conagua reporta sólo un pozo con niveles peligrosos de cromo, pero no tiene datos para 35 de los 775 que monitorea.
Fluoruros:
- Puede causar fluorosis esqueletal y dental, y exposiciones prolongadas pueden generar alteraciones renales, neurológicas, endoteliales, gonadales, musculares y hepáticas.
Manganeso:
- Puede hacer que el agua luzca mal, huela mal o tenga mal sabor. En niveles altos en el agua puede afectar la salud, especialmente el desarrollo neurológico en los niños.
QUÍMICOS AZOTAN A LA COMARCA LAGUNERA
El problema de flúor, arsénico y metales pesados en los pozos de agua en la Comarca Lagunera de Durango y Coahuila es un problema añejo que las administraciones, tanto estatales como municipales, no han podido solucionar desde hace más de dos décadas.
José Gerardo Ruiz, ambientalista, señala que, en Durango, existe una veda que data de 1956 para que no se perforen nuevos pozos y se abastezca a la ciudad con los 98 registrados. Sin embargo, alrededor de 50% de éstos está contaminado con arsénico y flúor.
De acuerdo con el estudio Calidad química del agua en un área agrícola de maíz forrajero en la Comarca Lagunera, en la zona existen pozos destinados a la agricultura con plomo en superior al límite permitido en 1,208%, arsénico en 144% y cadmio en 780 por ciento.
Dicha problemática está relacionada con el importante incremento de casos de cáncer en la región, situación que obligó a las autoridades a poner en marcha el proyecto Agua Saludable para la Laguna, cuyo objetivo es que las presas Lázaro Cárdenas y Francisco Zarco doten de agua a la población durante los próximos 30 años, lo que permitirá cambiar el suministro de agua procedente de pozos por agua superficial potabilizada.
Miguel Salas, integrante del Consejo Consultivo de Agua en Durango, llama a que con este proyecto se entregue líquido de calidad a la población y, una vez empleado y tratado, vaya a los productores agrícolas, no al revés, para que la misma agua tenga un doble uso efectivo.
-Alma Gudiño
EXIGEN ANALIZAR LOS POZOS HIDROCÁLIDOS
Ante la presencia de contaminantes como arsénico en los pozos de la capital hidrocálida y municipios como Tepezalá, el diputado local José de Jesús Altamira urgió a que la Secretaría de Salud realice análisis de las fuentes subterráneas en el estado.
Ya tenemos muchos años con esta situación, hay dos factores principales: el abatimiento de los pozos, que ya no dan, y la contaminación; y yo le pondría un tercer punto: las fallas geológicas en Aguascalientes, que generan filtraciones de aguas contaminadas”, indicó a Excélsior.
El también exdirector del Instituto del Agua del Estado (Inagua) alertó sobre la presencia de arsénico en los pozos, lo que se da por la extracción a cada vez más profundidad y el pasado minero de las zonas en las que se perfora.
Advirtió sobre daños a la salud de pobladores en lugares como Calvillo. “Por ejemplo, traían problemas en el tema de los riñones, principalmente en niños, desde hace 15 años o más”, dijo.
Desde 2019, el entonces titular de la Secretaría de Salud del estado, Sergio Velázquez García, advirtió sobre el peligro de consumir agua de la llave en Asientos, Calvillo y Tepezalá, debido a las altas concentraciones de arsénico, cadmio y magnesio en el agua.
-Karla Méndez
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