Arqueólogos mexicanos continúan investigando una cueva encontrada a finales del año pasado en Tulum, Quintana Roo, con 11 restos humanos que pertenecieron a personas de clase alta de la época.
Junto a los restos, los arqueólogos encontraron ofrendas de animales marinos, entre ellos peces, tortugas, caracoles, caparazones, peces loro, mantarrayas, tiburones tigre, barracudas, tortugas marinas, tortugas terrestres, mamíferos y huesos de felino que podrían ser de jaguar u ocelote. .
Los arqueólogos también encontraron un molcajete de cerámica del período Posclásico Tardío (1200 a 1500 d.C.) dentro de la cueva.
“La importancia del hallazgo es la ubicación dentro de la ciudad amurallada entre los Palacios Halach Huinic y Columnas”, dijo este domingo a Efe el arqueólogo José Antonio Reyes Solís, coordinador del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza).
La cueva, de 9 metros de largo por 6 metros de ancho y tres cámaras, fue descubierta en diciembre de 2023. Según los arqueólogos, la entrada a la cueva estaba bloqueada por una gran roca colocada sobre huesos humanos.
Los restos al interior de la cueva fueron trasladados a los laboratorios del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de Quintana Roo para su posterior estudio.
Aunque los trabajos de excavación ya han finalizado y la cueva ha sido tapada para preservarla, EFE informó que posiblemente podría abrirse en un futuro para recibir visitantes.
La cueva es sólo uno de los secretos de Tulum, un sitio que ha sido investigado desde las décadas de 1920 y 1930.
“Algunos edificios pasaron por investigaciones específicas en los años 90”, dijo Reyes.
Tulum, que significa «ciudad amurallada», se encuentra sobre un acantilado sobre el Mar Caribe. Alberga algunos de los restos arqueológicos más importantes de México, después de Chichén Itzá y Teotihuacán.
“Es importante por la cantidad de visitantes que recibe al año y culturalmente se destaca por su ubicación en el Caribe, ruta comercial que va desde Centroamérica hasta la Península de Yucatán”, explicó Reyes.
Además de la cueva, el INAH informó haber rescatado y restaurado siete figuras de la deidad maya conocida como el “dios descendente” en edificios de Tulum.
El dios maya está asociado con la lluvia, el sol poniente, los relámpagos, las abejas y Venus. Un templo en honor de la deidad se encuentra al lado del Castillo de Tulum.
«A pesar de [it is found] en varios lugares de Mesoamérica, el dios descendente es la figura emblemática de la región de la Costa Maya Oriental”, dijo a Efe la responsable del proyecto de restauración, Patricia Meehan Hermanson.
con informes de La Jornada Maya