El Gobierno de Bangladesh anunció este martes que aumentará a 112 dólares el sueldo mínimo de los trabajadores del sector textil, un incremento del 56 %, en un intento por contener las violentas protestas del sector, pese a que los sindicatos rechazaron la medida por considerar la cantidad demasiado baja.
«El nuevo salario mínimo para los trabajadores será ahora de 12 mil 500 takas (unos 112 dólares), un 56.25 % más que en el pasado«, informó en una conferencia de prensa el viceministro de Asuntos Laborales, Monnujan Sufian.
Este supone el primer aumento del sueldo mínimo que experimenta el sector textil, que es uno de los principales motores económicos de la economía bangladesí, desde 2018, cuando se fijó en 8 mil takas (95 dólares al cambio de la época, y unos 72 dólares actualmente).
El anuncio del Gobierno pretende apaciguar las violentas protestas que los trabajadores del sector iniciaron a finales de octubre y que se saldaron con la muerte de dos manifestantes la semana pasada en Gazipur, en las inmediaciones de Dacca, tras enfrentamientos con la Policía y el incendio de una fábrica.
Los trabajadores exigen un salario mínimo de 23 mil takas (unos 207 dólares) para contrarrestar la elevada inflación en el país asiático, una cifra que no alcanzó el Gobierno, por lo que los sindicatos advirtieron que continuarán con las protestas.
“No es posible mantener una familia con 12 mil 500 taka. Rechazamos esto. Volveremos a realizar una manifestación el viernes”, dijo a EFE el secretario general del Centro Sindical de Trabajadores de la Confección de Bangladesh, Joly Talukder.
Así, miles de trabajadores retomaron este martes las manifestaciones en Gazipur, provocando el cierre de cientos de fábricas.
“Los trabajadores de entre 15 y 20 fábricas salieron de sus fábricas sin trabajar y tomaron posiciones en la calle. Logramos enviarlos de regreso a casa. El resto de las fábricas también declararon días festivos”, dijo a EFE el jefe local de la policía industrial, Sarwar Alam.
El sector textil en Bangladesh ha enfrentado un intenso escrutinio durante años debido a las malas condiciones laborales, especialmente después del colapso del complejo Rana Plaza en 2013, en el que 1,100 trabajadores murieron y 2,500 resultaron heridos.
Los textiles representaron casi el 85 por ciento de las exportaciones totales de Bangladesh, que ascendieron a 55 mil millones de dólares el año pasado.