WASHINGTON.- Tras alegar que la acción precipitada de la Cámara de Representantes dejaba sin respuesta importantes cuestiones sobre esos cargos vitalicios, el presidente Joe Biden vetó ayer lunes una iniciativa bipartidista para crear 66 plazas de juez federal de distrito.
El esfuerzo bipartidista fue cuidadosamente diseñado para que los legisladores no dieran conscientemente ventaja a ningún partido político en la conformación del poder judicial federal.
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El Senado, controlado por los demócratas, aprobó la medida por unanimidad en agosto, pero la Cámara de Representantes, liderada por los republicanos, solo la llevó al pleno después de que el republicano Donald Trump fuera reelegido para un segundo mandato en noviembre, añadiendo un barniz de juego político al proceso.
Fue a través de un comunicado, que destacó que la acción apresurada de la Cámara de Representantes no resuelve preguntas clave en la legislación, especialmente en cuanto a cómo se asignan los nuevos juzgados, y ni la Cámara de Representantes ni el Senado exploraron completamente cómo el trabajo de los jueces de estatus senior y los jueces magistrados afecta la necesidad de nuevos juzgados.
Afirmó que el proyecto de ley también habría creado nuevos juzgados en estados donde los senadores no han llenado las vacantes judiciales existentes.
“Estos efuerzos sugieren que las preocupaciones sobre la economía judicial y la carga de casos no son la verdadera fuerza motivadora detrás de la aprobación de este proyecto de ley ahora. Por lo tanto, estoy vetando este proyecto de ley”, dijo Biden, condenando esencialmente la legislación para el actual Congreso.
Anular el veto de Biden requeriría una mayoría de dos tercios en ambas cámaras del Congreso, y la votación en la Cámara estuvo muy por debajo de ese margen.
Fueron las organizaciones que representan a jueces y abogados, quienes habían instado al Congreso a votar a favor del proyecto de ley. Argumentaron que la falta de nuevos juzgados federales había contribuido a profundos retrasos en la resolución de casos y serias preocupaciones sobre el acceso a la justicia.
Ante el veto, el senador Todd Young, republicano de Indiana, reaccionó rápidamente, calificándolo como una decisión equivocada y “otro ejemplo de por qué los estadounidenses están contando los días hasta que el presidente Biden deje la Casa Blanca”.
“El presidente está más entusiasmado por usar su cargo para proporcionar alivio a los miembros de su familia que recibieron debido proceso que por dar alivio a los millones de estadounidenses regulares que están esperando años por su debido proceso”, dijo Young. “El legado de Biden será ‘indultos para mí, sin justicia para ti’”.