No obstante, mientras que las aerolíneas agregaron vuelos en mercados populares en busca de captar pasajeros, en aeropuertos de otras ciudades, como Los Ángeles, un centro de actividades de muchas aerolíneas importantes, se observaron reducciones considerables en la capacidad con respecto al verano de 2019. .
“Es evidente que existe una enorme compensación entre las aerolíneas que funcionan bien y aquellas que tienen dificultades, en términos de sus márgenes, cuando comparamos dónde están sus concentraciones”, señaló el mes pasado Barry Biffle, director ejecutivo de Frontier, durante una teleconferencia para presentar los resultados de la secadora correspondientes al tercer trimestre.
En cuanto a las rutas internacionales, los analistas no saben con tanta certeza por qué las tarifas van a la baja ni si se mantendrán así. Gangas como las que consiguió Diorio para su viaje a París podrían ser señal de que las aerolíneas más grandes pronto se enfrentarán a presiones financieras o sencillamente que la industria va regresando a una normalidad prepandémica.
“Por lo regular, la demanda de viajes a Europa baja durante el invierno”, explicó Steve Hafner, director ejecutivo de Kayak. “Así que me parece que eso refleja las tendencias normales”.
Pero la demanda de viajes internacionales podría enfrentar obstáculos, en parte debido a las guerras de Medio Oriente y Ucrania. Los analistas también advierten que muchos consumidores quizás estén menos dispuestos a depositar dinero en viajes o tengan menos posibilidades de hacerlo ahora que en los dos años pasados, cuando contaban con el dinero que habían ahorrado durante la pandemia. Incluso si la demanda se mantiene firme, las aerolíneas corren el riesgo de ofrecer demasiados asientos en rutas populares al extranjero.