Desde hace un tiempo, los científicos han realizado varios estudios y advertido sobre la proliferación de microplásticos en los lugares más inimaginables, y es que estos residuos están prácticamente en todos lados, desde el fondo de los océanos hasta las placentas humanas e incluso el cerebro, lo que se traduce en un grave problema para la salud.
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Recientemente se realizó un inquietante hallazgo en torno a los microplásticos, luego de que investigadores del British Antarctic Survey (BAS) descubrieran su presencia en nada menos que la nieve cerca de algunos de los campamentos profundos de la Antártida.
Lo más grave del nuevo estudio es que es la primera vez que se encuentran estos diminutos trozos de plástico, algunos tan pequeños como un glóbulo rojo, en lugares tan remotos y podría provenir de algún lugar cercano a la región en donde habitan las personas.
«Esto podría provenir de ropa de calle o de las cuerdas y banderas que se utilizan para marcar rutas seguras dentro y alrededor del campamento», dijo la Dra. Clara Manno, ecologista oceánica del BAS.
De acuerdo con los científicos, quienes lamentaron el hallazgo, la presencia de microplásticos demuestra el alcance de estos residuos en la naturaleza y la gravedad que ha alcanzado la contaminación, pues ahora ningún lugar de la Tierra está realmente intacto.
«A pesar de las estrictas regulaciones sobre los materiales que ingresan a la Antártida, nuestros hallazgos revelan contaminación por microplásticos incluso en áreas remotas y altamente controladas», dijo la Dra. Kirstie Jones-Williams, coautora del estudio.
El estudio se realizó a partir del análisis de muestras recolectadas en tres campamentos en el Glaciar Unión y el Glaciar Schanz, dos áreas remotas en el Polo Sur, y utilizaron una nueva técnica que implica derretir la nieve a través de papel de filtro y escanearla con una resolución más alta, lo que permitió revelar microplásticos en concentraciones que oscilan entre 73 y 3.099 partículas por litro de nieve.
Además, el estudio logró identificar varios tipos de plástico comunes, entre ellos poliamida (utilizada en textiles), tereftalato de polietileno (presente en botellas y envases), polietileno y caucho sintético.
El 95 por ciento de las partículas eran más pequeñas que 50 micrómetros, el tamaño de la mayoría de las células humanas.
Según los investigadores, esto sugiere que estudios anteriores pueden haber subestimado el verdadero alcance de la contaminación por microplásticos en la Antártida, debido a los métodos de detección menos sensibles.
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Los expertos manifestaron su preocupación, debido a que aún no se comprenden plenamente las verdaderas implicaciones de los microplásticos, e incluso han sugerido que su presencia podría hacer que la nieve se derrita más rápidamente, o bien reducir la cantidad de carbono transportado al fondo marino por el krill.
Los investigadores esperan que los hallazgos ayuden a arrojar luz sobre la necesidad urgente de frenar la propagación de la contaminación plástica en todo el mundo.
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*brc