En uno de los capítulos más relevantes de la historia de México, hoy martes Claudia Sheinbaum tomará protesta como la primera Presidenta del país.
Llega cobijada por la mayoría calificada en el Congreso de la Unión y con una reforma al Poder Judicial, que le permitirán tener a su disposición las herramientas de gobierno que no tuvo ningún titular del Ejecutivo desde la época priista.
Ha sido un camino largo para Sheinbaum, quien ha dedicado su vida al activismo. Claudia nació en 1962 en el seno de una familia con ascendencias búlgara y lituana. Sus padres, ambos académicos, se involucraron en el movimiento estudiantil de 1968 y entablaron relación con integrantes de la izquierda mexicana.
Las discusiones acerca de política eran parte de la vida familiar; por ello, al ingresar al Colegio de Ciencias y Humanidades Sur fue normal para Claudia participar en causas estudiantiles.
El momento decisivo llegó en 1986, cuando se erigió como una de las protagonistas del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) representando a la Facultad de Ciencias, en contra de las reformas propuestas por el rector Jorge Carpizo, que planteaba cuotas de inscripción para los estudiantes de la UNAM.
A partir de ahí, todo ha sido vértigo. En 1988 nació su hija, en pleno movimiento estudiantil. Realizó estudios de doctorado en los Estados Unidos, donde mantuvo su activismo y, al retornar a México, laboró como catedrática e investigadora en la misma Universidad.
En 2000, Andrés Manuel López Obrador la invitó a colaborar como secretaria de Medio Ambiente en su gabinete en la Ciudad de México. Desde entonces, la carrera política de ambos ha corrido en el mismo sentido.
Sheinbaum acompañó a López Obrador en las campañas presidenciales de 2006 y 2012, en las protestas contra las reformas estructurales y en 2015 por primera vez ganó una elección, en la Alcaldía Tlalpan. Tres años después obtuvo la Jefatura de Gobierno.
Sheinbaum construyó su candidatura presidencial desde el ayuntamiento capitalino. En septiembre de 2023, mediante encuestas realizadas por Morena, fue seleccionada como candidata a la Presidencia de la República.
El 2 de junio de 2024 se convirtió en la primera Presidenta electa de México e inició un proceso de transición en el que estuvo acompañada sin restricciones por el presidente López Obrador.
SEGUNDO PISO
Sheinbaum llegará a la Presidencia con el compromiso de mantener el proyecto de la llamada cuarta transformación de la vida pública del país, y respetar el modelo económico impulsado por López Obrador y que él mismo denominó Humanismo Mexicano.
Son tres los grandes rubros que soportan el proyecto de Sheinbaum: la permanencia de los programas sociales, la construcción de obra pública para generar empleos y fortalecer el mercado interno y mantener la política de atención a las causas que provocan la delincuencia en el país.
En materia social, la Presidenta tiene armada una batería de programas sociales que ya se encuentran amparados por la Constitución.
En ellos se incluirán los de apoyo económico a mujeres de 60 a 64 años y las becas a estudiantes de educación básica de todo el país.
En cuanto a la obra pública, se plantea construir carreteras que corran por la costa del Pacífico y del Golfo, además de habilitar trenes de pasajeros y de carga de la Ciudad de México a la frontera con los Estados Unidos.
También se va a habilitar el tren de carga en el trazo del Tren Maya, con el fin de elevar su potencial, y no depender únicamente del traslado de turistas y pasajeros.
Habrá, además, polos de desarrollo distribuidos en toda la geografía del país, para detonar industria en las regiones donde haya recursos naturales y humanos para ello.
En cuanto a la seguridad, Sheinbaum llegará a la Presidencia como comandanta suprema de las Fuerzas Armadas, incluyendo a la recién creada Guardia Nacional, adscrita a la Secretaría de la Defensa Nacional.
La Guardia Nacional será el estandarte para establecer políticas de inteligencia para atacar a los grupos de la delincuencia organizada, además de dotarla de capacidades de investigación y de ser los primeros respondientes ante el ministerio público.
Además, la Presidenta revitalizó el entorno de la Presidencia, con la llegada del exministro Arturo Zaldívar para asesorarla en temas relacionados con política; y Leticia Ramírez, para cuestiones de logística.
Un tema que fue atendido de forma especial durante el periodo de transición fue el de la comunicación, debido a la relevancia que tuvieron las ruedas de prensa matutinas que desarrolló el presidente López Obrador, sin embargo, se pretende dar un giro a esas comparecencias diarias.
De hecho, el cargo de vocero presidencial se pospuso más que cualquier otro de los que están dentro de la esfera de la Presidencia de la República.
Sheinbaum ha anunciado ya que entre sus primeros compromisos será reunirse con empresarios el 15 de octubre próximo para entablar negociaciones sobre inversiones en México, en qué ramos y en qué zonas del país se realizarán esas inversiones.
CONSCIENTE DESDE JOVEN
La familia de la Presidenta fue la que le inculcó la ideología de izquierda desde la propia casa, en las pláticas con los personajes más relevantes de la izquierda mexicana, que hablaban en las reuniones sobre política, sindicatos, los yerros del gobierno, y la necesidad de organizar estudiantes, obreros y campesinos.
Annie Pardo, su madre, de origen búlgaro, es egresada en biopatología por la UNAM y se le considera una de las científicas más destacadas de México. En 2018 recibió el Premio Nacional de Ciencias por su destacada labor de más de 50 años en la investigación y docencia en el campo de la biología molecular.
Además de Claudia, junto con Carlos Sheinbaum Yoselevits procreó a Julio y Adriana. Desde los años noventa, Annie vive en pareja con el chileno Moisés Selman Lama, investigador emérito del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias.
Carlos Sheinbaum, de origen lituano, nació en 1933 en Guadalajara y en su juventud se trasladó a la Ciudad de México, donde ingresó a la UNAM donde estudió ingeniería química. Terminó sus estudios en Guadalajara. En 1960, conoció y contrajo matrimonio con Annie Pardo, bióloga egresada de la UNAM.
Junto con socios fundó una empresa que producía sulfato de cromo, un producto ampliamente utilizado en la industria de la curtiduría de pieles.
Junto con su esposa se adhirieron a la izquierda mexicana, participaron en el movimiento estudiantil de 1968 e involucraron a sus hijos en esa ideología. Murió a los 80 años.
José María Tarriba es el segundo esposo de Claudia Sheinbaum. Es un físico egresado de la UNAM y actualmente labora en el Banco de México, como analista de riesgos.