El proyecto del Tren Maya de México, que une áreas turísticas y sitios arqueológicos en cinco estados del sur, enfrentó algunos contratiempos durante su primer fin de semana luego de un viaje inaugural del presidente Andrés Manuel López Obrador el viernes.
El presidente López Obrador inició la primera parte operativa de la ruta de 1.554 kilómetros, un tramo de 473 kilómetros entre el aeropuerto de Cancún y Campeche que tarda aproximadamente cinco horas y media en recorrerse y tiene paradas en 14 estaciones.
Sin embargo, incluso esa ruta está sólo parcialmente terminada, con una sola línea de una vía de doble línea planeada en su lugar, lo que significa que un tren tiene que esperar en un desvío mientras pasa otro.
Por esta razón, al principio sólo habrá dos trenes por día en cada sentido.
Sin embargo, el cronograma limitado no alivió los dolores de cabeza relacionados con la programación. Para la apertura al público del sábado, la primera salida de Cancún a las 7 am tuvo un retraso de 23 minutos.
Sin embargo, los pasajeros que hacían cola para el tren de las 11 de la mañana desde Cancún tuvieron que esperar mucho tiempo antes de que llegara desde Campeche, con un retraso de hasta cinco horas reportado por algunos medios.
En medio de la lluvia y el frío, decenas de personas llegaron temprano para esta ocasión histórica. A medida que los minutos se convirtieron en horas, algunos dormían una siesta en el piso de concreto de la estación, que según se informa está completa en un 85%, pero aún no tiene baños (en su lugar había dos baños portátiles).
Los funcionarios se disculparon por el largo retraso y dijeron que se debía a que los trenes estaban «reconfigurados».
“Es importante dejar en claro que este problema de retraso se originó por una falla técnica de Alstom, que es la empresa que nos brinda el Tren Maya”, dijo un portavoz. “Nosotros, la empresa Tren Maya, no somos responsables de esta avería. Sin embargo, nos disculpamos”.
Si bien es un importante proyecto de infraestructura del gobierno de López Obrador diseñado para aumentar el desarrollo en el sur más pobre de México, el proyecto del Tren Maya ha generado objeciones de ambientalistas, buzos de cuevas y arqueólogos. Su recorrido por la selva atraviesa muchas zonas ambientalmente sensibles plagadas de cuevas y cenotes. El frágil ecosistema también alberga algunos de los restos humanos más antiguos de América del Norte.
La segunda fase del ferrocarril se inaugurará el 30 de diciembre y el resto de la línea estará listo para fines de febrero, dijo López Obrador. A diferencia de los dos tercios restantes, la parte de la línea inaugurada el viernes ya contaba con una línea de tren existente que recorría gran parte de la ruta.
La venta de boletos para las funciones inaugurales comenzó el 1 de diciembre, con precios que oscilan entre 1.166 pesos (alrededor de 68 dólares estadounidenses) y 1.862 pesos (108 dólares estadounidenses). Un autobús de primera clase tarda aproximadamente el mismo tiempo y cuesta unos 58 dólares estadounidenses, aunque abundan las opciones más económicas.
Los boletos del Tren Maya tendrán precios diferentes para nacionales mexicanos y residentes locales, y los turistas extranjeros pagarán una tarifa más alta. Para el viaje inaugural, sin embargo, los únicos precios indicados eran los de primera clase y clase turista.
con informes de La Jornada, El Economista y AP