Ante la posibilidad de que el gobierno se quede sin recursos para operar dentro de cinco días, el Congreso de Estados Unidos está en modo crisis mientras el titular de la cámara baja, Kevin McCarthy enfrenta una insurgencia de sus colegas republicanos empeñados en reducir drásticamente el gasto público aun si eso significa la pérdida de servicios federales para millones de ciudadanos.
Sin solución a la vista, se prevé que la Cámara de Representantes vote el martes en la noche para aprobar financiamiento para algunas partes del gobierno, pero no queda claro si McCarthy tiene apoyo para seguir adelante después de eso.
Entretanto el Senado, prepara un plan bipartidista temporal para ganar tiempo y mantener las dependencias públicas funcionando más allá del plazo del sábado. Pero los planes de dar más ayuda a Ucrania se han topado con la resistencia de republicanos tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado.
Ante el caos creciente, el presidente Joe Biden aCdvirtió a los republicanos sobre el peligro de sus tácticas políticas, recordándoles que financiar al gobierno “es una de las responsabilidades básicas y fundamentales del Congreso”.
Biden imploró a los republicanos no violar el acuerdo sobre la deuda que forjó a inicios de año con McCarthy, que fijó los niveles de financiamiento federales y fue firmado tras ser aprobado por ambas cámaras del Congreso.
“Llegamos a un acuerdo, nos estrechamos la mano y dijimos que esto es lo que vamos a hacer. Ahora están dando marcha atrás”, declaró Biden el lunes en la noche.
“Si los republicanos en la Cámara de Representantes se están negando a hacer su trabajo, debemos dejar de elegirlos”, añadió.
Un cierre del gobierno trastocaría la economía nacional y las vidas de millones de ciudadanos que trabajan para el gobierno federal o que dependen de los servicios federales, como controladores aéreos que tendrían que trabajar sin sueldo o familias pobres que se verían privadas de asistencia social.
La disputa ocurre con el telón de fondo de la campaña para las elecciones presidenciales de 2024. Donald Trump, quien encabeza las encuestas para ser candidato para los republicanos, está animando al partido a que cierre el gobierno y a que ignore el acuerdo que McCarthy forjó con Biden.
Los republicanos también están siendo presionados por exfuncionarios de la presidencia de Trump, algunos de los cuales planean reducir el tamaño del gobierno y achicar la nómina federal si el expresidente regresa a la Casa Blanca. Faltando cinco días para el plazo del sábado, la disputa se da también en momentos en que los republicanos en el Congreso están organizando para esta semana las primeras audiencias para un posible juicio político a Biden por los negocios de su hijo, Hunter Biden.