La campaña de vacunación contra la polio se reanudará mañana sábado en el norte de la Franja de Gaza, confirmó hoy la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
La iniciativa, liderada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), e implementada en conjunto con la UNRWA y el Fondo para la Infancia (UNICEF), busca llegar a 120.000 niños menores de diez años que permanecen en el norte de Gaza y necesitan su segunda ronda de la inmunización contra la polio.
“Esto ocurre en un momento en que el norte ha sido objeto de bombardeos incesantes y áreas del gobierno del norte gazatí han estado bajo asedio total desde el 6 de octubre”, dijo a Noticias ONU la oficial de Emergencias de UNRWA.
El norte de Gaza, “un desastre absoluto”
Louise Wateridge, quien se encuentra en el centro de Gaza, advirtió que la polio es sólo uno de los muchos riesgos mortales que enfrentan los habitantes de ese territorio palestino después de más de un año de intensos bombardeos israelíes.
“Hay muy poca comida, hay muy poco refugio (…) la situación en el norte de Gaza en este momento es un desastre absoluto”, aseveró Wateridge.
La segunda ronda de vacunación contra la polio en el norte de la Franja, la última fase de inmunización contra la enfermedad en Gaza, estaba programada para arrancar el 23 de octubre, pero se retrasó debido a la falta de acceso y de pausas humanitarias garantizadas, a los intensos bombardeos y a las órdenes de evacuación masiva.
Los organismos de la ONU explicaron que esas condiciones hicieron imposible que las familias llevaran a sus hijos a inmunizar y que los equipos de vacunación cumplieran con sus funciones.
Zona de vacunación reducida
“Ahora se ha asegurado la pausa humanitaria necesaria para llevar a cabo la campaña, sin embargo, la zona de la pausa se ha reducido sustancialmente en comparación con la primera ronda de vacunación en el norte de Gaza, realizada en septiembre de 2024”, detallaron las agencias, instando a las partes a respetar esa pausa para completar una iniciativa crucial que ayudará a evitar la propagación de la polio en Gaza y los países vecinos.
Las agencias señalaron que la zona de pausa se limita a la ciudad de Gaza, y agregaron que si bien en las últimas semanas, al menos 100.000 personas han sido obligadas a evacuar el norte de la Franja hacia ese centro urbano, unos 15.000 niños menores de diez años en ciudades del norte, como Jabalia, Beit Lahiya y Beit Hanoun, siguen siendo inaccesibles y no serán atendidos durante la campaña.
Meta difícil de lograr
Para interrumpir la transmisión del virus de la polio, hace falta que al menos el 90% de los niños de cada comunidad estén vacunados, lo que será difícil de lograr dada la situación.
“La fase final de la campaña tenía como objetivo llegar a unos 119.000 niños en el norte de Gaza con una segunda dosis de la nueva vacuna oral contra la polio tipo 2, pero es poco probable lograrlo debido a las limitaciones de acceso”, abundaron los organismos.
Al igual que en las dos primeras fases de vacunación, también se administrará vitamina A a los niños de entre dos y diez años para ayudar a reforzar la inmunidad general.
La campaña en el norte de Gaza sigue a la exitosa implementación de las dos primeras fases de la segunda ronda en el centro y el sur de Gaza, que llegó a 451.216 niños, el 96% de la meta en esas áreas. Un total de 364.306 niños de entre dos y diez años han recibido vitamina A hasta ahora en esta ronda.
Destrucción de sitios religiosos en Líbano
Mientras tanto en Líbano, los incesantes bombardeos israelíes alcanzaron a partir del 7 de octubre pasado las mezquitas de Yaroun, Kfar Dunin, Maroun al Ras, Tayr Debba, Kfar Tibnit, Qantara, Blida y Mijdal Salem; al igual que un templo de mujeres en la ciudad de Mifdoon y una iglesia greco-católica melquita en la ciudad de Tiro. Todos estos centros religiosos resultaron dañados o destruidos.
Las fuerzas isrealíes también destruyeron o dañaron con explosivos dos mezquitas en Abbasieh y Al-Dhaira, y la mezquita Om At-Tout en Tiro.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU recordó que las leyes internacionales prohíben todo daño o destrucción intencionada de edificios dedicados a la religión, subryando que en los últimos días, “los ataques contra lugares de Baalbek, en el valle de Bekaa, han llegado peligrosamente cerca del antiguo complejo de templos, declarado patrimonio mundial por la UNESCO.”
Como bienes civiles, los edificios dedicados a la religión y otros lugares de importancia cultural están protegidos contra ataques en virtud del derecho internacional humanitario, a menos que se conviertan en objetivos militares.
Si pierden su protección, cualquier ataque contra ellos debe cumplir los principios de proporcionalidad y precaución.
“Todas las partes del conflicto deben tener especial cuidado en las operaciones militares para evitar daños a los edificios dedicados a la religión u otros lugares de importancia cultural o histórica”, enfatizó la Oficina de Derechos Humanos.
Los daños o la destrucción de lugares de culto afectan el goce del derecho a la libertad de religión, destacó la dependencia.
Desplazamientos masivos
Por su parte la Oficina de Asuntos Humanitarios (OCHA) alertó hoy de que decenas de miles de personas se han desplazado en pocos días de la ciudad de Baalbek, en el este del Líbano, tras una nueva orden israelí de evacuación.
“Se estima que unas 50.000 personas han abandonado Baalbek y se han dirigido principalmente a zonas del norte del valle de Bekka. Muchas de ellas han pasado la noche en sus vehículos”, indicó el portavoz de OCHA, Jens Laerke.
En conferencia de prensa en Ginebra, Laerke describió cómo las “implacables órdenes de desplazamiento” emitidas por el ejército israelí “y los ataques aéreos posteriores han aumentado drásticamente el desarraigo hasta unas 842.000 personas, más de la mitad de ellas mujeres y niñas”.