Para Coparmex, la continuidad de Zoé Robledo Aburto al frente del IMSS debe concentrarse en superar desafíos como la falta de medicinas, las largas esperas para operaciones y consultas, que se cuente con sitios dignos para la espera de pacientes y familiares, que sirvan los elevadores y escaleras eléctricas en las clínica.
El organismo empresarial consideró que sin duda la colaboración con el sector privado será esencial.
Entre las muchas áreas de oportunidad en la prestación de servicios de salud y seguridad social, destacó la necesidad de que existan modernos sistemas de información para quienes tengan familiares internados, que haya más guarderías y mejor ubicadas cerca de las principales fuentes de trabajo.
Reconoció la importancia crucial de garantizar una atención médica de calidad y accesible para todos los mexicanos.
En términos del IMSS-Bienestar, como nuevo esquema para la atención médica, mencionó que enfrenta un desafío significativo tras la cancelación del seguro popular y el fracaso del Insabi. Según datos del Coneval, la falta de acceso a servicios de salud se ha incrementado dramáticamente, pasando de 20.1 millones de personas sin cobertura en salud en el 2018 a 50.4 millones de personas en el 2022. Este aumento subraya la urgencia de fortalecer el IMSS-Bienestar y asegurar que el sistema de salud brinde un servicio integral, eficiente y accesible para todos.
Coparmex subrayó que la eliminación del Seguro Popular fue un retroceso y que la transición al IMSS-Bienestar debe de ser manejada con sumo cuidado para evitar mayores afectaciones y garantizar servicios de salud dignos y suficientes para los mexicanos.
El sindicato patronal reiteró su disposición a colaborar estrechamente con el gobierno para enfrentar estos retos y mejorar el sistema de salud en México, consideró que se requiere de un enfoque renovado y un compromiso firme, para que sea posible construir un sistema de salud que garantice el bienestar de todos los mexicanos y recupere la confianza de los servicios médicos públicos.