Ciudad de México. Migrantes que se encontraban acampando de manera improvisada desde hace varios meses en calles aledañas a la Central de Autobuses del Norte fueron desalojados ayer por la noche por elementos del Instituto Nacional de Migración (INM), quienes presuntamente los trasladarían a un refugio, aunque hasta el momento no se ha informado a dónde fueron llevados.
Las personas denunciaron que al lugar arribaron alrededor de 15 camionetas del INM y que los agentes “reventaron” sus casas de campaña y carpas improvisadas. Testimonios refirieron que tuvieron que correr hacia otras calles para no ser llevados por migración e incluso algunos vecinos les dieron refugio.
También acusaron que según mensajes que han recibido de familiares que sí fueron “agarrados” por el INM, los habrían llevado hasta Villahermosa, Tabasco.
En un recorrido realizado por La Jornada, se pudo constatar que ya no hay casas de campaña en la avenida Hospital Benito Juárez, como los meses anteriores. Asimismo, se observó a personal de gobierno capitalino, quien llegó a hacer limpieza y quitar el cableado que utilizaban los migrantes. Una persona consultada confirmó que acudió INM para trasladar a los migrantes a refugios, aunque no precisó a cuál y argumentó que ya no podían permanecer ahí por las condiciones insalubres en las que se encontraban y debido a las “quejas” de los vecinos.
#VideosLaJornada #Migrantes fueron desalojados de su campamento ubicado en calles aledañas a la Central del Norte, por elementos del @INAMI_mx, quienes presuntamente los trasladarían a un refugio. Al momento no se ha informado a dónde fueron llevados.
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José Luis, originario de Venezuela, contó que cuando llegó personal del instituto, acompañado de policías, él, su esposa y su hijo menor de edad, quien además padece anemia, corrieron hasta avenida Insurgentes.
“Los de migración nos dijeron que querían conversar, nos reunieron a todos y empezaron a reventar todas las carpas, las reventaron todas. Yo regresé (hoy en la mañana) para recuperar los medicamentos de mi hijo, porque es asmático y estaba dañado todo eso”, platicó visiblemente angustiado.
“Dijeron que nos iban a llevar a un refugio y resulta ser que ahorita la familia me contactó y están en Tabasco, en Villahermosa. Se llevaron a mi tía y a mi primo”, afirmó.
José Luis, de 28 años de edad, también admitió que ha habido inconvenientes con los vecinos. “La gente se cansa de eso y por uno pagamos todos”.
Manifestó que no tiene claro a dónde pasará la noche de hoy, pero que tampoco puede seguir avanzando hacia los estados fronterizos del país.
“Necesito avanzar, pero cómo hace si no se puede, estamos haciendo las cosas en regla. Intenté sacar permiso de Comar (Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados) pero me dijeron que tengo que esperar como 15 días para que me acepten, tengo que esperar tres meses para que lo aprueben y esperar un mes para que me lo entreguen. No se puede, tengo que darle de comer a mi familia”, lamentó.
Orlando, también de Venezuela, dijo que lleva un mes viviendo en esta zona de la central. “Cuando llegaron (los de migración) se metieron todos, unas camionetittas y empezaron a levantar a todos, las carpas a romperlas, sin importar que había niños durmiendo. Casi todos perdieron los papeles de la cédula y todo eso, hasta el teléfono, porque por el susto salieron corriendo todos y no quedó nadie acá”.
En su caso, señaló que consiguió refugiarse en una casa. “Cuando salí corriendo me resguardaron por aquí a la vuelta. Mexicanos de buen corazón, nos metieron a varias familias con hijos, porque estaban asustados, llorando todos”.
Mencionó que el operativo duró hasta las 12 o una de la madrugada de hoy sábado. “Cuando salimos encontramos todo revuelto, los cartones en las vías, las carpas todas rotas, la ropa toda regada, todo estaba regado”.
Indicó que después de esto lo que buscará es regresar a su país.