Ciudad de México. La desigualdad en América Latina y el Caribe se redujo por debajo de los niveles previos a la pandemia en una mayoría de economías, pero no deja de ser “muy elevada”, reportó la Comisión para América Latina y el Caribe (Cepal). En un territorio con 182 millones de pobres, los 105 “milmillonarios” de la región concentraron el año pasado un patrimonio conjunto de 453 mil millones de dólares, equivalentes a alrededor de 4 por ciento del producto interno bruto (PIB) regional.
En México, la concentración extrema de la riqueza ha ido disminuyendo en los últimos tres años para los que la Cepal presenta datos. De 4.5 por ciento del PIB que acapararon los milmillonarios en 2018, ésta se ha ido reduciendo hasta 3.3 por ciento en 2021, “lo que se explica porque entre 2012 (cuando este acaparamiento era de 4.6 por ciento) y 2021 el patrimonio de los milmillonarios creció a un ritmo menor que la riqueza de la población general”, reportó el organismo.
El índice de desigualdad en América Latina, medido a través del Gini, se redujo 1.1 por ciento promedio anual de 2019 a 2022. Sin embargo, el diez por ciento de la población más acaudalada percibe ingresos 21 veces mayores que el decil de menores recursos. Aún es más drástica la concentración del patrimonio: los 105 mil millonarios de la región tienen una riqueza promedio de 4 mil 300 millones de dólares, por encima de los 18 mil dólares del resto de la población, reportó el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs.
“Una concentración excesiva de la riqueza puede tener efectos negativos en el crecimiento económico y aumentar la desconfianza de la ciudadanía hacia las élites y las instituciones. Esos problemas se agravan cuando el origen o el aumento de la riqueza de los multimillonarios se explica por sus conexiones políticas o por sus vínculos con el aparato estatal, lo que puede llevar a cuestionar la legitimidad de su patrimonio y fomentar las tensiones sociales”, enfatizó la Cepal en el Panorama Social de América Latina.
En 2022 el porcentaje de la población en pobreza se redujo 1.2 puntos porcentuales respecto a 2019, al pasar de 30.2 a 29 por ciento; y la pobreza extrema apenas varió de 11.3 a 11.2 por ciento en el periodo comparable, explicó la organización. Como resultado hay 182 millones de pobres en América Latina y 70 millones de pobres extremos; con una sobrerrepresentación de mujeres, indígenas y jóvenes. Con la tasa de crecimiento económico esperada para 2023 (1.7 por ciento) no se prevén mejoras en esta situación, acotó Alberto Arenas de Mesa, director de la División de Desarrollo Social de la Cepal.
En el informe, el organismo enfatizó que en “economías modernas orientadas por valores meritocráticos”, se podría suponer que el peso de la herencia no es tan relevante. No obstante, en América Latina 54 por ciento de los superricos incluidos en la lista de Forbes de 2021 obtuvo su patrimonio parcial o totalmente por una sucesión de patrimonio. Datos que “resaltan la necesidad de abordar la concentración de la riqueza y sus implicancias para el crecimiento, la movilidad y la estabilidad social en la región”, enfatizó el organismo.
El mercado laboral y el financiamiento de políticas laborales en este sector son clave para romper en parte con estas brechas, expuso Salazar-Xirinachs. De los 292 millones de personas ocupadas, uno de cada dos se encuentran en empleos informales; cerca de un quinto se encuentra en situación de pobreza, cuatro de cada diez posee ingresos laborales inferiores al salario mínimo y la mitad no cotiza en los sistemas de pensiones.
Incluso en 2022 poco más de una tercera parte de la fuerza laboral, 92 millones de personas en 14 países de la región, tenían un salario inferior al mínimo. Esto se debe a la prevalencia de informalidad, situación en la que se encuentra 49 por ciento de la población ocupada. En suma, más de 58 por ciento de los hogares en una muestra de 11 países tiene algún miembro en el empleo informal y 39 por ciento tenía ingresos laborales exclusivamente de ese sector.