José de Jesús Benjamín Buenaventura de los Reyes y Ferreira fue el nombre de pila del artista Chucho Reyes (1880-1977), considerado una de las personalidades más originales de la plástica mexicana y cuya obra se expone desde este jueves en la sala de exhibiciones temporales del Museo Arocena.
Con el título ‘Chucho Reyes. Lo popular del color’, se trata de un proyecto itinerante que en 2018 fue expuesto en el Palacio de Bellas Artes (Ciudad de México) y en 2024 en el Museo Hospicio Cabañas (Guadalajara). Torreón es su tercera sede.
“Torreón es su tercera sede, con alguna adecuación de algunas piezas por cuestiones espaciales y por unas cuestiones también de préstamos e institucionales. El objetivo de la exposición es dar a conocer parte de la producción artística de Chucho Reyes”, expresó en entrevista Arturo López Rodríguez, curador de la muestra.
En total son 102 piezas distribuidas en cinco secciones temáticas. Se realiza la presentación del artista, sus aportaciones al arte nacional, su proceso técnico, qué artistas pertenecían a su círculo cercano (Juan Soriano, Carlos Pellicer, Salvador Novo, José Clemente Orozco, Marc Shagall y George Rouault, entre otros) y su reinterpretación del arte religioso.
“Como pintor abrevó de muchas fuentes: del arte popular, del arte novohispano, naturalmente del arte religioso, de la poesía popular, del folclor, sobre todo del colorido. Sus expresiones plásticas vienen precisamente de esas raíces, pero también de la poesía. Se alimenta de la poesía, convive mucho con este tipo de artistas y también con arquitectos. Recordemos que la influencia que tiene Chucho Reyes es notable, como Luis Barragán (también tapatío) o como Mathias Goeritz, son arquitectos notables que reciben mucha influencia de la paleta de colores de Chucho Reyes”.
‘Chucho Reyes. Lo popular del color’, muestra en su mayoría pinturas sobre papel china, hay esculturas en cartón y objetos que pertenecieron a la propia colección del artista en su faceta como anticuario.
“Recordemos que su casa, en la Ciudad de México, en la calle de Milán de la Colonia Juárez, era una especie de museo, taller y bazar. Era donde se reunía. A él le interesaba reunir todo eso como anticuario porque era su fuente de inspiración para su propia producción artística. La idea en esta exposición es mostrar no solamente al pintor, sino también al anticuario, coleccionista, que tenía objetos muy raros, antiguos, sobre todo de arte popular”.
Chucho Reyes fue un apasionado del color. Empezó su carrera como decorador, envolviendo regalos en un negocio de su padre, emborronando papeles de china.
“Sin embargo, esos papeles, poco a poco, se fueron reconociendo como obras de arte y la gente las empezaba a coleccionar. ¿Y por qué papel de china o papel de seda? Porque era muy accesible, muy barato, con eso se envuelven regalos. Y así fue como empezó Chucho Reyes. Realmente no piso la academia, no es un pintor académico, es un pintor más bien autodidacta”.
La exposición permanecerá en el museo Arocena hasta abril de 2025.