El plan incluye un enfoque innovador para brindar un amplio acceso a medicamentos curativos, inspirado en un esfuerzo exitoso en Luisiana. Bajo este enfoque, a veces conocido como el “modelo netflix”, una compañía o compañías farmacéuticas acuerdan brindar acceso total a medicamentos a una población necesitada a cambio de un pago único fijo. En la propuesta actual, las poblaciones que tendrían acceso a medicamentos gratuitos contra la hepatitis C son los afiliados a Medicaid, los no asegurados, los nativos americanos y los que se encuentran en los sistemas penitenciarios y penitenciarios. Si se estructura correctamente, muchas más personas pueden recibir atención que les salve la vida y el costo por cura se reduce significativamente.
Un mayor acceso a los medicamentos es necesario para un programa exitoso de eliminación de la hepatitis C, pero no es suficiente. Es por eso que el plan también incluye capacitación, apoyo técnico y recursos para consultorios de atención primaria, centros de salud calificados a nivel federal, centros de tratamiento de drogas y cárceles y prisiones, donde las tasas de infección pueden alcanzar 40 por ciento o más. Para ayudar a más personas a descubrir si están infectadas, el esfuerzo también ayudará a que haya pruebas disponibles en los puntos de atención que diagnostiquen la infección por hepatitis C en menos de una hora, lo que permitirá que el tratamiento comience en una sola visita. Eso sería un avance importante con respecto a las pruebas actuales, que requieren múltiples visitas clínicas durante semanas para obtener resultados y comenzar el tratamiento.
No soy el único que se siente inspirado por la oportunidad de poner fin a esta devastadora enfermedad. Estoy encontrando mucho apoyo tanto entre los republicanos como entre los demócratas en el Congreso, de todas partes del país. Pero una pregunta clave es si el esfuerzo podrá obtener el pleno apoyo bipartidista que necesita para avanzar en este Congreso.
Yo creo que puede. Las personas tratadas por hepatitis C evitarán necesidades médicas posteriores muy costosas como trasplantes y tratamientos contra el cáncer. Además, una persona curada no puede transmitirla a otros; como resultado, cada caso tratado hoy significa que se evitarán múltiples casos en el futuro. Un grupo de expertos ha estimado que una iniciativa nacional para acabar con la hepatitis ahorraría a la sociedad más de 18 mil millones de dólares en costos de atención médica durante la próxima década, de los cuales 13,3 mil millones de dólares irían al gobierno federal.
Eliminar la hepatitis C es la respuesta compasiva de una nación que se preocupa por toda su gente, pero también es una reducción del déficit. A los contribuyentes nos está costando mucho más vivir con hepatitis C que curarla. Si no tomamos medidas, seguiremos condenando a muchas más familias a pasar por el mismo dolor que la mía sufrió con el sufrimiento y la muerte de Rick. La inacción es indefendible.