¡Panchito el elefante marino ha vuelto!
Durante los últimos cinco años, el joven elefante marino de aguas sudamericanas ha estado haciendo el largo viaje hacia el norte y pasando los veranos en las playas mexicanas.
Y este año no es una excepción.
Durante casi un mes, Panchito ha estado rondando una playa en el pueblo pesquero de San Felipe, Baja California, donde se ha convertido en una celebridad local y en el foco de un esfuerzo comunitario para protegerlo y monitorearlo.
Además, su presencia ha convertido a San Felipe en un centro de conversación marina.
Elefantes marinos del sur (Mirounga leonina) Generalmente prefieren las frías aguas cercanas a Argentina o incluso tan al sur como la Antártida, pero a Panchito aparentemente le gusta pasar las vacaciones en México. En su primera visita en 2020, pasó parte de su verano en la playa de San Pancho en Nayarit.
Un maravilloso video documental corto sobre Panchito, el infame elefante marino del sur que visitó San Felipe los últimos 2 inviernos y se convirtió en una celebridad y embajador local de la conservación.
Por @MaliciaTejeda & @SophiaStieglitz con música de @JuanCirerol y apoyo de @PronaturaNoroes imagen.twitter.com/Fxakxvoez8— Tesoro de Cetacean Action (@CetaceanAction) 27 de julio de 2024
A su llegada hace unas semanas, rápidamente intervinieron especialistas de la organización Cetáceos, Acción y Transformación (CAT), quienes establecieron un perímetro alrededor de la foca para garantizar su seguridad.
Habiendo viajado unos 8.000 kilómetros desde sus aguas natales, necesitaba descansar, por lo que se formaron brigadas de vigilancia para protegerlo las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y la comunidad jugó un papel crucial en la iniciativa.
Después de su visita de 2020, Panchito —cuyo nombre completo es Panchito El Cortés, según CAT— ha sido avistado anualmente en México, desde La Paz, cerca del extremo sur de Baja California Sur, hasta el Alto Golfo de California (en el Golfo de Santa Clara en Sonora, para ser exactos).
Sus repetidas visitas han permitido a los investigadores identificarlo por una marca distintiva en su barba.
“La visita de Panchito es un evento extraordinario para las aguas mexicanas”, dijo la ecóloga marina Georgina Castro Proal al medio de noticias en línea Animal Político. “Verlo aquí es bastante raro”.
En un vídeo de dos minutos, María Tejada del CAT afirma que Panchito es “el primero [southern] El elefante marino observado en nuestro país”. Panchito, añade, “se puede distinguir de la variante norteña [of his breed] que se puede ver regularmente en algunas islas de Baja California y que tiene una postura de ataque similar a la de una cobra”.
Elefantes marinos del norte (Mirounga angustirostris)que se encuentran desde California hasta Alaska, generalmente se reproducen y dan a luz en islas cercanas a la costa o en playas remotas del continente, a menudo en Baja California.
CAT ha estado educando activamente a los visitantes a través de videos, folletos y publicaciones en las redes sociales sobre cómo observar a Panchito de forma segura sin molestarlo.
Han hecho hincapié en la necesidad de mantener la distancia, instando a la gente a no alimentarlo ni interactuar con él, ya que estas acciones podrían ser perjudiciales. Muchas personas lo observan desde el paseo marítimo, otras desde detrás de la barrera.
“Todos quieren una foto, pero han aprendido a respetar su espacio”, dijo Tejada.
En el vídeo, dice que se trata de un “subadulto” de unos 10 años que pesa casi 500 kilos. Los elefantes marinos del sur suelen vivir entre 20 y 30 años, aunque los machos suelen tener una esperanza de vida más corta debido a la intensa competencia por los territorios de reproducción.
El CAT ha estado colaborando con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) para garantizar el bienestar de Panchito.
La vigilancia se mantendrá hasta que decida regresar a las aguas más frías de la Patagonia.
“Esta experiencia ha unido a la comunidad y ha resaltado la importancia de proteger nuestros ecosistemas costeros”, dijo Castro Proal.
Con informes de Animal Político y La Voz de Frontera