Efectivo contra el tabaquismo, el aumento del precio mínimo del paquete estuvo estancado durante ocho años, pero el nuevo valor fue mucho menor en comparación con el abaratamiento del tabaco en el período.
Los cigarrillos brasileños tendrán un nuevo precio mínimo a partir de septiembre. Después de ocho años sin ajustes, el precio mínimo por paquete aumentará de R$ 5 a R$ 6,50, lo que obligará a las principales tabacaleras, como JTI, Philip Morris y BAT (antes Souza Cruz), a aumentar el costo de 85 productos en todo el país.
Los precios varían según el estado, pero al menos cuatro marcas (American Spirit, Camel, Chesterfield y Winston) venden cigarrillos por 5 reales y se espera que experimenten el mayor aumento.
Fumar al precio mínimo nacional incluye desde paquetes con filtro rojo, el más potente en nicotina, hasta versiones con filtro azul o plateado, menos potentes en nicotina y populares entre los jóvenes porque tienen un sabor ligero.
El ajuste fue anunciado a principios de este mes por el Ministerio de Hacienda y retoma una política de aumentos anuales inaugurada en 2012, pero que en 2016 se congeló en R$ 5. Los expertos advierten, sin embargo, que la corrección fue inferior a la inflación y a la ganancia de renta de la población acumulada en el período, lo que mantiene el nuevo precio anticuado y el cigarrillo asequible.
“Aunque celebramos el aumento, los cigarrillos siguen siendo muy baratos en relación con los ingresos per cápita brasileños”, explica el economista Roberto Iglesias, consultor de ACT Promoción de la Salud. “En 2015, se necesitaba el 1,5% de los ingresos per cápita para comprar 100 paquetes al precio mínimo y, hoy, aún con el aumento, esa misma cantidad se puede comprar al 1%”, dice.
En 2012, cuando se lanzó la política de incremento, la compra de esos mismos 100 paquetes correspondía al 1,2% de los ingresos per cápita de Brasil – 0,2% más que el mismo cálculo para 2024. Desde 2016 hasta ahora, de hecho, la inflación acumulada en el país fue de aproximadamente el 50%, mientras que el ajuste en el precio mínimo del tabaco rondó el 30%.
No es de extrañar que, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del año pasado, Brasil tenga el cuarto cigarrillo más barato de América y el tercero más barato en relación con los ingresos de la población entre 2012 y 2022.