Unas 800.000 personas se encuentran atrapadas en El Fasher, la capital de la provincia sudanesa de Darfur del Norte, sin provisiones ni servicios básicos, padeciendo hambre y con miedo de llegar a la hambruna, informó este martes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los combates entre el ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido han hecho imposible el acceso a esa ciudad, dejando sin ningún tipo de asistencia humanitaria a la población. En tanto, las partes en conflicto continúan en Ginebra las conversaciones auspiciadas por la ONU para buscar una solución pacífica.
El conflicto estalló en abril de 2023 entre militares rivales por una propuesta de transición a un gobierno civil tras un golpe de Estado en 2021 y la destitución en 2019 del presidente Omar Al-Bashir.
El representante en Sudán de la OMS, Shible Sahbani, explicó que los estados de Darfur, Kordofan, Jartum y Al Jazira están prácticamente aislados de la asistencia humanitaria y sanitaria debido a los continuos enfrentamientos.
Heridos sin atención
“La situación en Darfur es particularmente alarmante, en lugares como El Fasher los heridos no pueden recibir la atención urgente que necesitan. Los niños y las mujeres embarazadas y lactantes están débiles debido al hambre aguda”, subrayó en una conferencia de prensa en Ginebra.
Sahbani reportó que las hostilidades afectan zonas muy grandes de Sudán desde que los enfrentamientos con armas pesadas y aviones de combate se extendieran desde la capital, Jartum, a otras regiones y estados, incluido Darfur, ubicado en el oeste del país.
Además de instar a las partes a garantizar la protección de los civiles, los equipos de ayuda y la infraestructura pública, incluidos los hospitales, de conformidad con el derecho internacional humanitario, Sahbani insistió en la urgencia de un acceso inmediato a las agencias de ayuda “para evitar una situación sanitaria aún más desastrosa”.
Reservas sanitarias insuficientes
Las reservas sanitarias existentes se han utilizado para abastecer a algunos hospitales de El Fasher, pero no son suficientes ni sostenibles, dijo.
Agregó que la Oficina de Asuntos Humanitarios (OCHA) sigue negociando con las partes para que permitan transportar suministros de ayuda en camiones de manera ininterrumpida.
“En este momento tenemos siete camiones yendo de Kordofans a Darfur, ayer obtuvimos la aprobación para que se dirigieran hacia Darfur”, detalló Sahbani, y refirió que ha habido señales positivas sobre las operaciones transfronterizas de ayuda provenientes de diferentes partes.
“Pero no es suficiente, una vez más (…) Necesitamos más apoyo en el país de las partes enfrentadas y precisamos más apoyo de países grandes que tienen cierta influencia en este escenario”.
Nos vamos de Sudán por hambre
Sahbani relató que la semana pasada viajó en una misión de evaluación a Chad, donde los refugiados le aseguraron que la principal razón para abandonar Sudán es el hambre, la hambruna. “Dijeron que no es la inseguridad ni la falta de acceso a servicios básicos, es que ahí no tienen nada que comer”.
Entre los testimonios que escuchó también destacó el de una mujer que le contó que los combatientes les quitaron todos los insumos para producir localmente sus alimentos, por lo que tuvo que caminar tres días con sus hijos para llegar a Chad sin comer durante todo el trayecto.
Una de las peores emergencias
Sahbani advirtió que la respuesta humanitaria en Sudán cuenta apenas con un 26% de los fondos requeridos y recordó que la emergencia es “una de las peores del mundo”.
El acceso humanitario y la protección de los civiles se encuentran entre los principales puntos de discusión en las conversaciones iniciadas la semana pasada en Ginebra mediadas por la ONU entre representantes de las Fuerzas Armadas Sudanesas y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido. El enviado del Secretario General de la ONU, Ramtane Lamamra lidera las pláticas.
La portavoz de la ONU en Ginebra, Alessandra Vellucci, dijo a los periodistas que ambas delegaciones están “comprometidas” y que Lamamra y su equipo tuvieron varias interacciones con cada una durante el fin de semana.
“Si no conseguimos un alto el fuego, al menos podríamos conseguir la protección de los civiles y la apertura de corredores humanitarios”, enfatizó Sahbani.