El presidente Joe Biden (izq.) escucha al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, mientras se une a una reunión del gabinete de guerra israelí en Tel Aviv. El presidente estadounidense, Joe Biden, volvió a decir el jueves al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que no debería proceder con una acción militar en Rafah sin un plan creíble y ejecutable para proteger a los civiles palestinos, dijo la Casa Blanca.
Brendan Smialowski | afp | imágenes falsas
El presidente estadounidense, Joe Biden, volvió a decirle el jueves al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que no debería proceder con una acción militar en Rafah sin un plan creíble y ejecutable para proteger a los civiles palestinos, dijo la Casa Blanca.
La llamada entre los dos líderes del jueves fue la segunda vez en menos de una semana que Biden advirtió a Netanyahu sobre la posibilidad de trasladarse a la parte sur de la Franja de Gaza sin un plan que garantice la seguridad de alrededor de 1 millón de personas que se refugian allí.
También hablaron sobre las negociaciones en curso sobre rehenes y Biden se comprometió a continuar trabajando las 24 horas del día para ayudar a liberar a los rehenes, que han pasado 132 días en cautiverio de Hamas, según leyó la Casa Blanca en la llamada.
Las fuerzas israelíes dijeron el jueves. Habían asaltado el mayor hospital en funcionamiento de Gaza.una incursión que generó nuevas alarmas sobre el destino de cientos de pacientes y trabajadores médicos y de los muchos palestinos desplazados que habían buscado refugio allí de la guerra.
Los combates en el hospital se producen mientras Israel enfrenta una creciente presión internacional para que muestre moderación, después de prometer continuar su ofensiva en Rafah, el último lugar relativamente seguro en Gaza.
A principios de este mes, Biden dijo que la respuesta militar de Israel en la Franja de Gaza había sido «exagerado»y expresó grave preocupación por el creciente número de muertes de civiles en el enclave palestino.
La guerra comenzó el 7 de octubre cuando Hamás, respaldado por Irán, envió combatientes a Israel, matando a 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomando 253 rehenes, según los recuentos israelíes.
Desde entonces, la ofensiva aérea y terrestre de Israel ha devastado la pequeña y superpoblada Gaza, matando a 28.663 personas, también en su mayoría civiles, según las autoridades sanitarias, y obligando a casi todos sus más de 2 millones de habitantes a abandonar sus hogares.