Kiev- Podría parecer una gran distracción en el punto más álgido de una guerra a gran escala, sin mencionar que sería una pesadilla logística: realizar una elección presidencial mientras misiles rusos se dirigen hacia la capital ucraniana y los ataques con artillería reducen poblados enteros a escombros.
No obstante, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, no lo ha descartado. Su periodo de cinco años concluirá en algunos meses y, si no fuera por la guerra, se estaría preparando para dejar el cargo o hacer campaña para un segundo mandato.
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Según los analistas, la posibilidad de una votación en tiempos de guerra es remota y, bajo la ley marcial, las elecciones en Ucrania están suspendidas. Aun así, entre la clase política de Kiev se habla de que Zelenski podría buscar una votación, con implicaciones de largo alcance para su gobierno, la guerra y los opositores políticos, quienes se preocupan de que asegure un nuevo periodo en un ambiente en el que es prácticamente imposible celebrar unas elecciones competitivas.
El debate sobre las elecciones se produce en un contexto en el que Ucrania está bajo una creciente presión para mostrarles a los donantes occidentales las credenciales del buen gobierno en ese país, que Zelenski ha presumido. Los opositores afirman que una elección en tiempos de guerra con un solo bando podría debilitar tal iniciativa.
Una petición para oponerse a una elección como esa ha atraído las firmas de 114 activistas destacados de la sociedad civil ucraniana.
Un nuevo mandato electoral podría fortalecer la posición de Zelenski en cualquier decisión sobre comprometerse o no a una lucha extendida o podría aislarlo si conversaciones futuras para llegar a un acuerdo con Rusia merman su popularidad y afectan sus posibilidades de reelegirse más adelante.
Zelenski ha declarado que está a favor de las elecciones, pero solo si observadores internacionales pueden certificarlas como libres, justas e inclusivas, y ha descrito múltiples obstáculos para llevarlas a cabo. Los opositores políticos han sido más categóricos en rechazar las elecciones, que antes de la invasión rusa estaban programadas para marzo y abril del próximo año, al aducir que la guerra crearía demasiada convulsión para realizar una votación de la manera adecuada.
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Serhiy Prytula, una figura de la oposición y el director de una caridad que asiste a las fuerzas militares, opinó: “El primer paso es la victoria; el segundo paso es todo lo demás”, incluyendo la resurrección de las políticas nacionales en Ucrania. Las encuestas de opinión ubican regularmente a Prytula entre los tres líderes más respetados del país, junto con Zelenski y el general que funge como comandante del Ejército, Valerii Zaluzhnyi.
Prytula, un excomediante, había formado un comité exploratorio para ser candidato al Parlamento antes de la invasión rusa a gran escala en febrero de 2022, reproduciendo el paso de la farándula a la política que tomó Zelenski, quien interpretó a un presidente en una serie de televisión antes de ganar la presidencia en 2019. Por ahora, Prytula ha cesado toda actividad política durante la guerra.
El gobierno de Joe Biden y los homólogos europeos que apoyan militarmente a Ucrania no han opinado de manera pública sobre una elección. Sin embargo, la idea llamó más la atención cuando el senador Lindsey Graham, republicano de Carolina del Sur, aseguró que el país debería organizar una votación a pesar de la guerra.
Durante una visita a Kiev en agosto, Graham indicó: “También debes hacer dos cosas al mismo tiempo. Quiero que este país tenga elecciones libres y justas, incluso cuando está bajo ataque”.
Para realizar elecciones, Ucrania tendría que anular, al menos de manera temporal, la ley marcial en caso de una votación para el Parlamento o reformar la ley en el caso de la presidencia.
Zelenski ha señalado como un gran obstáculo la necesidad de que los ucranianos que viven en lugares ocupados por Rusia puedan votar sin represalias. A los asistentes a una conferencia en Kiev el mes pasado, el mandatario les dijo: “Estamos listos. No es una cuestión de democracia. Este es exclusivamente un tema de seguridad”.
El líder ucraniano ha señalado que el voto por internet podría ser una solución.
Entre los Estados de la Unión Soviética, Ucrania es el país con la mayor población que ha transferido con éxito el poder mediante el voto democrático. Su sistema de justicia penal ha estado plagado de corrupción y la privatización de la propiedad estatal ha sido mal administrada, pero las elecciones siempre habían sido consideradas libres y justas por observadores internacionales. Los ucranianos han elegido a seis presidentes desde que obtuvieron su independencia en 1991.
Peter Erben, director en Ucrania de la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES, por su sigla en inglés), un grupo prodemocrático financiado por gobiernos occidentales, aseveró: “El compromiso de Ucrania con la democracia no está en duda y el hecho de que el país se vea obligado a posponer las elecciones debido a la guerra no cambia esto”.
La política ucraniana ha girado alrededor de partidos formados por personalidades prominentes en lugar de plataformas políticas. Está Patria, dirigido por Yulia Timoshenko, la mujer más destacada en la política ucraniana; el Golpe, encabezado por Vitali Klichkó, el alcalde de Kiev y un exboxeador; la Voz, cuyo líder es Svyatoslav Vakarchuk, una estrella de rock; y el partido Servidor del Pueblo de Zelenski, llamado así por un programa de televisión.
Incluso aquellos que están a favor de una elección afirman tener preocupaciones sobre una potencial consolidación del poder. Oleg Soskin, un economista y asesor de un expresidente ucraniano, ha llamado a realizar elecciones a pesar de la guerra y ha advertido que, de otra manera, Zelenski podría usurpar la autoridad bajo la ley marcial. Sin embargo, ese es un punto de vista con el que pocas personas están de acuerdo en Kiev.
El debate sobre una posible elección representa un resurgimiento de choques políticos conocidos en un gobierno ucraniano marcado desde hace mucho por las disputas internas y las venganzas. La mayoría de los opositores políticos de Zelenski se han abstenido de criticarlo demasiado durante la guerra, pero creen que una votación ahora sería injusta.
Dmytro Razumkov, un expresidente del Parlamento en la oposición política, manifestó: “Entiendo que el gobierno desea mantener su posición mientras los puntajes de aprobación son altos”. Agregó que las posibilidades de victoria de Zelenski “casi con toda certeza serán más bajas tras el final de la guerra”.
Volodímir Ariev, un miembro del Parlamento del partido de oposición Solidaridad Europea, expresó que una elección en estos momentos solo debilitaría a Ucrania mientras los políticos hacen campaña, compiten y se critican entre sí. Ariev propuso que Zelenski forme un gobierno de unidad nacional que incluya a miembros de la oposición.
Añadió que [las elecciones] “ponen en peligro la unidad de la sociedad”.
Las encuestas de opinión pública en general indican que un posible competidor de Zelenski en elecciones futuras podría ser Zaluzhnyi. Como militar en servicio, tiene prohibido participar en una elección durante la guerra.
Zelenski todavía lidera de manera regular las encuestas sobre los líderes en quienes confían los ucranianos. Una encuesta reciente realizada por United Ukraine, un grupo de investigación no partidista, mostró que el 91 por ciento de los ucranianos confiaba en Zelenski; el 87 por ciento, en Zaluzhnyi; y el 81 por ciento, en Prytula.
Prytula indicó que su interés era solo mantener a los ucranianos unidos después del esfuerzo bélico. Opinó que no tendría caso efectuar elecciones ahora porque Zelenski casi seguramente ganaría.
Prytula concluyó: “Él es el número uno. Nuestra sociedad lo respalda”. c.2023 The New York Times Company.
Por Andrew E. Kramer, The New York Times.