MIAMI- La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. señaló este miércoles que investiga un incidente que involucró la primera etapa (el propulsor) del cohete Falcon 9 cuando aterrizaba en una plataforma en el océano, y en el que no se han reportado daños ni heridos.
La investigación supone que los cohetes no podrán ser usados hasta que la FAA concluya sus revisiones, una pausa que ocurre cuando SpaceX tiene pendiente de poner en orbita la histórica misión Polaris Dawn, que acometerá la primera caminata espacial privada y será lanzada precisamente por un cohete Falcon 9.
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De igual modo, la firma de Elon Musk tiene programado el envío de la Crew 9, la novena rotación de tripulación en la Estación Espacial Internacional (EEI), prevista para fines de septiembre y a bordo de una cápsula Dragon, en la que además traerá de vuelta a los astronautas de la NASA Suni Williams y Butch Wilmore, tripulantes de la nave Starliner de Boeing.
Se trata de la segunda investigación a la que son sometidos los Falcon 9 tras la explosión que sufrió en julio pasado la segunda etapa de uno de estos cohetes. En aquella ocasión a la FAA le tardó dos semanas en dar luz verde a los cohetes.
En el incidente de este miércoles, tras un ascenso exitoso como parte de una rutinaria misión para poner en órbita un grupo de satélites Starlink, también de SpaceX, a su llegada a la plataforma de aterrizaje la base de la primera etapa del cohete se incendió y se volcó, según mostró la emisión en directo de la compañía. Se trató del vuelo número 23 de esta etapa del cohete.
Mas allá de eso, los satélites Starlink lograron ser puestos en órbita con normalidad, tras el lanzamiento efectuado desde Cabo Cañaveral (Florida), la madrugada de hoy.