A partir de esa cantidad, el costo de esos gastos de envío tendrá que ser como mínimo de un céntimo de euro. (ARCHIVO)
Francia impone a partir de hoy una tarifa mínima de tres euros para el envío de libros comprados a distancia, una medida diseñada para tratar de proteger en alguna medida a las librerías frente a la competencia de Amazon y de otras plataformas en línea como la Fnac.
El decreto del Gobierno fija ese mínimo en los 3 euros que recomendó la Autoridad de Regulación de Comunicación Electrónica, Correos y Distribución de Prensa (Arcep) para los pedidos inferiores a 35 euros.
A partir de esa cantidad, el costo de esos gastos de envío tendrá que ser como mínimo de un céntimo de euro, lo que podría parecer en principio paradójico.
La voluntad del Ejecutivo es incitar a los lectores a comprar más en las librerías. Tanto Amazon como la Fnac no facturaban hasta ahora más que un céntimo por los envíos de libros.
Sin embargo, el Sindicato de la Librería Francesa (SLF), que reúne a los profesionales, estima que la nueva regulación se queda corta, teniendo en cuenta que a ellos un envío les cuesta de media 7.5 euros.
Para Amazon, este decreto tendrá como efecto un aumento de los precios que podría reducir la demanda de libros.