TAIWAN.- Lai Ching-te, candidato oficialista del Partido Progresista Democrático (PPD) fue el vencedor en la elección presidencial en Taiwán, con más de cinco millones de votos (más del 40 % del total) y el reconocimiento de la oposición.
Esta elección se percibe como aquella que trazará el rumbo de las relaciones con China durante los próximos cuatro años, dejando en incertidumbre la estabilidad del estrecho de 180 kilómetros de ancho que separa China continental de la isla autónoma que Beijing considera parte de su territorio.
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Además de las tensiones con China, este proceso electoral giró en torno a asuntos como la desaceleración de la economía, el desempleo y la accesibilidad de la vivienda. Por su parte, China calificó esta votación como una elección entre la guerra y la paz.
Lai Ching-te inició su camino en la política a mediados de la década de los 90’s. En 994, encabezó una asociación de profesionales de la salud apoyando a Chen Ting-nan, candidato a gobernador de la provincia de Taiwán por el PDP.
En 1996 fue el candidato más votados en el proceso electoral de la extinta Asamblea Nacional y dos años despuésrepresentó a la ciudad sureña de Tainan en el Yuan Legislativo durante cuatro legislaturas consecutivas.
Su labor como alcalde de Tainan en 2010 y 2017 le brindó proyección a nivel nacional. En 2014 fue reelegido con un impresionante 73 por ciento de los votos.
Este logro llevó a Lai a la política nacional, en donde se desempeñó como primer ministro para el periodo 2017-2019 y luego como vicepresidente de Tsai Ing-wen en la fórmula que hicieron en la elección de 2020.
En 2017 se autodenominó como un “pragmático trabajador por la independencia de Taiwán”, pero con el paso de tiempo ha modificado su discurso descartando la posibilidad de una declaración formal de independencia.
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Actualmente afirma que Taiwán ya es un “país soberano e independiente” bajo el nombre de la República de China.
En este mismo sentido, expresó: “La paz no tiene precio y no hay ganadores en una guerra. Queremos tener diálogo y cooperación con China”.
Los principios fundamentales que tendrá su administración son los de fortalecer la disuasión militar, garantizar la seguridad económica de Taiwán, profundizar las relaciones con democracias importantes del mundo y mantener una política pragmática hacia China.
EU NO APOYA INDEPENDENCIA
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, insistióábado la oposición de que el país se opone una independencia de Taiwán, luego de la victoria del oficialista William Lai.
“No apoyamos la independencia” del territorio, mencionó el estadounidense luego de ser cuestionado por la prensa sobre los resultados del proceso electoral de Taiwán.
Estas declaraciones ocurrieron luego de que el secretario de Estado, Antony Blinken, felicitara a Lai por su victoria en el proceso electoral. “Esperamos trabajar con Lai (…) y promover nuestra relación no oficial de larga data, en consonancia con la política una sola China”, mencionó el diplomático en un comunicado.
Este asunto sigue siendo uno de los principales temas de fricción entre China y EU, que al ser el principal proveedor de armas de Taiwán podría verse en el conflicto de tener que defender a la isla en caso de que se eleven las tensiones.