El campo de refugiados de Jabaliya, el más grande de Gaza, fue escenario este sábado de dos ataques israelíes que habrían dejado más de 80 personas sin vida, de acuerdo con el Ministerio de Salud, el cual es controlado por Hamas.
El primer ataque ocurrió “al amanecer, en la escuela Al Fakhura”, gestionada por la ONU, que albergaba a personas desplazadas, dijo un funcionario del ministerio.
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Las imágenes que circulan en las redes sociales, verificadas por AFP, muestran cuerpos, algunos cubiertos de sangre, otros de polvo, en los pisos del edificio, donde se habían instalado colchones debajo de los pupitres.
El jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, expresó su indignación por un ataque “horrendo” y pidió que las escuelas dejasen de ser blanco de operaciones bélicas.
La escuela bombardeada se había convertido en centro de acogida para “miles” de palestinos desplazados, precisó Lazzarini. La UNRWA administra 26 escuelas y dos centros de salud en Jabaliya.
Otro bombardeo contra un edificio del mismo campo el sábado dejó 32 muertos de la misma familia, 19 de ellos niños, dijo el funcionario del Ministerio de Salud.
Por su parte, el Ejército israelí no confirmó los bombardeos, pero señaló en un comunicado que sus tropas estaban ampliando sus operaciones en la Franja de Gaza, incluidas algunas partes de Jabaliya, para “apuntar contra terroristas y bombardear infraestructura de Hamas”.
ENTRA MÁS AYUDA
Tres camiones con unos 129 mil litros de diésel entraron este sábado en la Franja de Gaza a través del paso fronterizo de Rafah, que comunica el enclave palestino con Egipto.
El secretario general de la Media Luna Roja Egipcia, Raed Abdel Nasser, confirmó la información en declaraciones a la agencia de noticias DPA. Se suman así a otros 17 mil litros que entraron el viernes, según esta misma fuente.
Este cargamento está destinado a la Agencia para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA), que ha advertido de que esta cantidad “dista mucho de ser suficiente para cubrir las necesidades de las plantas desalinizadoras, las bombas de aguas residuales, los hospitales, las bombas de agua de los refugios, los camiones de ayuda, las ambulancias, las panaderías y las redes de comunicaciones para que funcionen sin interrupción”, en palabras de su comisario general, Philippe Lazzarini.
La ONU estima que se necesitan unos 200 mil litros diarios para el suministro mínimo humanitario básico.
Con información de medios