Reino Unido- El despido de Bell, a quien el periódico británico no renovará su contrato, demuestra los obstáculos para transitar las acusaciones de antisemitismo, sobre todo teniendo en cuenta el contexto actual de la guerra entre Israel y Hamás, así como se encuentra la sátira política en el Reino Unido.
“Está bien si, llegado mayo, quieren separar nuestros caminos. Pero que no me digan que no van a usar mi trabajo a partir de ahora, porque eso implica que hay algo cuestionable en él, lo que no es cierto”, explicó Bell durante una entrevista concedida a la Agencia EFE.
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POLÉMICA CARICATURA
Derivado de la polémica por la caricatura, misma que no fue publicada por el diario británico, así como el despido de su autor, atrapó la atención de titulares en este país, en donde Bell, de 72 años, es reconocido por sus osadas representaciones de los políticos del momento.
Todo inició, explica Bell a EFE el pasado 9 de octubre durante el congreso anual laborista, cuando la mesa de edición lo llamó para informarle que habían decidido que no iban a publicar su caricatura, del primer ministro israelí.
En el dibujo se muestra a Netanyahu con guantes de boxeo y un bisturí intentando operarse a sí mismo su estómago, de fondo se observa el mapa de Gaza. Bell atribuyó la idea original al fallecido ilustrador neoyorquino David Levine.
“La razón que me dieron es que contenía un tópico antisemita, porque supuestamente se refería a la libra de carne (que pide el prestamista judío Shylock) en el ‘Mercader de Venecia’ (de Shakespeare)”, narró Bell a EFE y continúa diciendo, “eso no figuraba en la viñeta, lo sacaron de su propia imaginación”, y concluye afirmando que “no contiene ni una pizca de antisemitismo”.
El dibujante explica que la referencia no era Shylock sino un dibujo de Levine de 1966 que mostraba al presidente estadounidense Lyndon B. Johnson enseñando su cicatriz de una reciente operación de vejiga, con la forma del mapa de Vietnam.
Fue la directora del diario, Katharine Viner, la que le comunicó en un escueto correo electrónico que dejarían de publicar su obra con efecto inmediato.
“Se ha tomado la decisión de no renovar el contrato de Steve Bell. Las viñetas de Steve Bell han sido una parte importante de ‘The Guardian’ en los últimos 40 años. Se lo agradecemos y le deseamos lo mejor”, precisa el correo electrónico enviado por Viner a Bell.
Por su parte, el caricaturista británico precisó que cada vez es más es complicado satirizar al Estado o los políticos de Israel, debido a que los medios temen una montaña de quejas por supuesto antisemitismo.
En este sentido, explica Bell a EFE que, ante una viñeta supuestamente problemática, los diarios a menudo recibir “una lluvia de quejas” que, considera el caricaturista, “están obviamente organizadas” y “Se ve claro, porque son muy violentas al principio y de repente desaparecen”.
Con información de la Agencia EFE.