Ciudad de México. Para que las inversiones en México, como resultado de la relocalización, se traduzcan en crecimiento de la economía del país es “imprescindible” impulsar la industria química mexicana, lo cual también implica una mayor colaboración de Petróleos Mexicanos (Pemex), el gobierno y los privados, señaló la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ).
Al inaugurar el Foro Nacional de la Industria Química, la presidente del organismo, Claudia Márquez, indicó que este sector puede duplicar su tamaño actual para 2035, “lo cual permitiría reducir las importaciones de petroquímicos básicos impulsando la economía y la creación de empleos”.
En 2022 la industria petroquímica contribuyó con 2.1 por ciento al producto interno bruto nacional y el valor del consumo alcanzó más de los 48 mil millones de dólares, 71 por ciento fue cubierto por importaciones, mientras que la producción nacional, que alcanzó los 20 mil millones de dólares, cubrió 29 por ciento restante, mientras que las exportaciones alcanzaron un valor de 6 mil millones de dólares.
Explicó que para lograr la meta de duplicar el crecimiento de la industria química “se requiere de involucramento de Pemex, del gobierno y de la propia industria y trazar un camino de sustentabilidad responsabilidad corporativa y licencia social congruente con los estándares futuros de los mercados globales”.
Anotó que la relocalización “tendrá un efecto transformador en el desarrollo económico y social de los mexicanos”, por lo que “la industria química será clave en la proveeduría de insumos para prosperar inversiones, mayores empleos, producción e integración de la base industrial de México a las cadenas de valor de América del Norte”.
Tras recordar que en México la industria química abastece a más de 40 ramas de la economía nacional, Márquez comentó que existen factores que limitan un mayor desarrollo del sector.
Insistió que para resolver esta problemática es necesario impulsar la producción de petróleo y gas natural, reducir al máximo el venteo de gas natural y propiciar su recuperación, desarrollar mecanismos de colaboración entre Pemex y la industria privada para restablecer el abasto de materias primas petroquímicas, como etano, propileno, amoniaco, óxido de etileno, entre otros.
Anotó que también es indispensable mejorar la eficiencia y confiabilidad de las instalaciones actuales de refinación, procesamiento de gas y producción de petroquímicos.
Anotó que otro de los limitantes son los altos precios de energía y desigualdad en el acceso a este mercado limitan la competitividad y el desarrollo de los proyectos inversiones a empresas químicas.
“Una inversión menor en infraestructura resultan cuellos de botella en el suministro de gas y materias primas petroquímicas, particularmente en el sur de México al no existir infraestructura para importarlos; asimismo, el factor innovación, la falta de acceso a financiamiento para investigaciones y desarrollo ha llevado una disminución de nuevas patentes a lo largo de la cadena de valor de la industria química”, dijo.
Apuntó que la falta de certidumbre, los procesos podrían reducir la inversión en el país.
Subrayó que la ANIQ está decidida a trabajar para mejorar estas condiciones y establecer las mejores bases para el crecimiento de la industria para no sólo aprovechar la coyuntura de la relocalización, sino para contar con una industria congruente a la vanguardia de las tendencias globales.
“México tiene todo para alcanzar las tasas de crecimiento de una próspera industria química a nivel mundial, además de las macrodependencias globales México cuenta con un consumo relevante para el sector químico con favorables perspectivas de crecimiento dada la integración de la economía con los mercados de América del Norte”, dijo.
La integración de México a las economías de nuestros socios comerciales del T-MEC es francamente irreversible, lo previsible sería que el grado de compenetración económica en la región sólo se profundice, lo que abona aún más a las condiciones para generar el crecimiento del sector químico en México”, agregó.
Por su parte, Alberto de la Fuente, presidente del Consejo de Empresas Globales, señaló que para detonar la relocalización y llevar a México a un mayor estado de desarrollo, se necesita contar con un sistema energético sólido, moderno y sostenible, lo cual implica establecer políticas y regulaciones que fomenten la inversión en energía limpia y renovable que permita seguir impulsando el desarrollo y responder a las necesidades de las empresas y las demandas de la sociedad en suma necesitamos energía limpia abundante y a precios competitivos.
También, dijo, es necesario contar con infraestructura y conectividad, que implica inversión.
Comentó que el estado de Derecho “es fundamental para atraer más inversiones es necesario”, así como la seguridad.