Durante un discurso en Toluca, Estado de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador ensayó su despedida, afirmando que la «transformación» ya comenzó y que «hay relevo» en su partido. Este mensaje incluso provocó el llanto de la gobernadora Delfina Gómez.
«Así como ustedes me quieren, así les quiero yo, pero yo todavía les quiero más, un poquito más. Esto es lo que me permite resistir, lo que me ha permitido luchar durante muchos años por mis ideales, por mis principios y poder decir casi al final de mi mandato que me siento muy feliz y que estoy, la verdad, estoy muy tranquilo con mi conciencia, con el tribunal de mi conciencia»,
expresó el presidente entre los gritos de emoción de sus seguidores.
«Gracias al pueblo. Y ya saben que la voz del pueblo es la voz del creador y es la voz de la historia. ¡Que viva Toluca! ¡Que viva el Estado de México!».
Bajo la carpa montada en el Parque Metropolitano, cientos de simpatizantes le gritaron «¡reelección! ¡reelección!».
El presidente elogió a Delfina Gómez como gobernadora:
«Se rayaron, les felicito, porque sí supieron elegir bien. Buena gobernadora, trabajadora, honesta, de buenos sentimientos»,
Mientras Gómez hacía una reverencia ante el mandatario y el público en agradecimiento. Sin mencionar a la precandidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, le aseguró al público que habrá relevo a nivel federal.
El presidente señaló que «va a seguir la transformación» y dijo que está contento porque quien llegue después de él será mejor. Además, prometió cumplir su promesa de mejorar el sistema de salud antes de que se vaya, a pesar de que alguien desde su asiento le gritó «no te vayas».