#PRIMERA NETA
Hablaba de inicios duros, de haber nacido de la nada. De familia humilde y sin dinero para camiones, caballos, ni traslados, se arrimó a México hace poco más de 13 años, habiendo ya abierto la puerta grande de Madrid y la del Príncipe en Sevilla. Para el gran público mexicano era un perfecto desconocido; se quejaba de haber sido bloqueado por Pablo Hermoso de Mendoza. Me habló de los debuts de Sebastián Castella y Miguel Perera en La México, y le llenaba platicar que él había metido más gente en su debut. Venía a torear cinco corridas y se confirmó millonario, se hartó de llenar plazas, de hacer relaciones, de recorrer América. Contó intimidades, como la de siempre salir del hotel y dejar las luces de la habitación encendidas, y la de salir siempre del cuarto de hotel con el pie izquierdo. Simple manía. Aquel 15 de febrero de 2011 le hice una petición a Diego Ventura:“Cuando termine de encumbrarse no nos vaya a tomar el pelo como lo hace Hermoso de Mendoza”, le dije. Me contestó: “Yo soy de la opinión, que a mí me ha costado mucho trabajo conseguir las cosas en la vida. Y yo, y mi vida es gracias a las personas. Entonces yo nunca podré engañar a un público. Desde aquí, contigo voy a que el día que yo engañe a alguien, será la última vez que toree en mi vida”.
#SEGUNDA NETA
Ojalá que alguien del amplio séquito que sigue a Ventura allá donde va pueda arrimarle esta columna. Porque si la máxima figura del rejoneo mundial tiene palabra y tiene memoria, sería tiempo para retirarse de los ruedos. Lo de Querétaro fue indigno y deshonroso; fue vergonzoso, infame. Los animalitos de Montecristo que lidió y mató el viernes pasado son un engaño descomunal. Son indignos de aquel que quiere pasar a la historia como el más grande torero a caballo de todos los tiempos.
#NETAS extras
Sus palabras lo alcanzaron, pero ni a su propio dicho le hará justicia: mientras haya dinero, e ingenuos en los tendidos, seguirá firmando contratos.
La ley de derechos de autor prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Excélsior sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.