La ministra de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, dijo que México “quiere jugar un papel muy activo” en la 28 Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP28) de las Naciones Unidas, mientras se prepara para representar al país el jueves en Dubai, Emiratos Árabes Unidos.
Los funcionarios emiratíes esperan que asistan más de 70.000 personas a la conferencia de dos semanas, cuyo objetivo es evaluar dónde se encuentra el mundo en cuanto a limitar las emisiones para frenar el calentamiento global.
Uno de los objetivos de México este año es buscar más fondos para los países en desarrollo y de bajos ingresos que sufren los efectos del cambio climático. La creación de este llamado fondo de pérdidas y daños se acordó en principio en las conversaciones del año pasado.
También se especula que México presentará un plan para implementar medidas inmediatas en su propio país.
«Necesitamos un compromiso firme con la eliminación gradual global de los combustibles fósiles y sus subsidios», dijo Javier Arribas Quintana, asesor de la Unión Europea con sede en Ciudad de México. Habló en el reciente evento “Camino a la COP28” organizado por la Iniciativa Climática Mexicana (ICM).
Bajo el presidente López Obrador, ha habido pocos avances en sus propios objetivos climáticos, y México es el único país del G20 y de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) que no ha establecido un objetivo de emisiones netas cero. según los analistas británicos Argus Media.
Isabel Studer Noguez, del consejo asesor del ICM, dijo que México debería utilizar la COP28 para hacer y/o presentar un plan de transición ordenado, expandir las energías renovables y reducir la producción de combustibles fósiles.
El reciente informe de ICM, “Hoja de ruta de emisiones netas cero para México 2060”, afirma que México puede lograr de manera factible emisiones netas cero y una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). para 2060.
El año pasado, México se comprometió a una reducción del 35% de las emisiones de GEI para 2030. Si bien eso suena más ambicioso que un objetivo anterior de reducción del 22%, las cifras utilizadas para definir los objetivos se revisaron al alza, lo que significa que los niveles aceptables de emisiones en realidad aumentarán, según Argos.
Los analistas también afirman que los objetivos y acciones climáticas de México son calificados como “críticamente insuficientes” por la organización científica Climate Action Tracker.
El gobierno de México afirma haber logrado avances significativos en el camino hacia la transición energética a través del Plan Nacional de Desarrollo de seis años, que comenzó en 2019 al comienzo del mandato de López Obrador.
México sostiene que está entre los países con menores emisiones de dióxido de carbono (CO2) y que el 38% de su energía proviene de fuentes limpias, según la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
López Obrador se jacta de su programa “Sembrando Vida”, al que califica como la estrategia de reforestación más grande del mundo. «En ningún país del mundo se están plantando mil millones de árboles, como lo estamos haciendo nosotros», ha dicho.
Argus también encontró que México se comprometió a generar el 35% de su electricidad a partir de fuentes renovables para 2024, pero no alcanzará su objetivo en un 4% debido a una desaceleración en el desarrollo de energías renovables bajo AMLO.
López Obrador ha aplicado una política energética que ha restringido el desarrollo de energías renovables del sector privado, señaló Argus.
«La transición energética sigue siendo un asunto clave no resuelto de esta administración», dijo Roxana Muñoz, analista de Moody’s Investors Service.
Según la Secretaría de Hacienda de México, México necesita 99.800 millones de dólares cada año (el 7% de su PIB) para contrarrestar los efectos del cambio climático y la transición hacia el desarrollo sostenible.